Agricultura estudia recurrir las reformas del aceite y el algodón aprobadas por la UE
La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, comunicará esta misma tarde la decisión de su Ministerio, que estudia las posibles vías de recurso. La delegación española rechazó esta madrugada dar el sí a la OCM de los cultivos mediterráneos, ya que se queda sin ayudas para el aceite de oliva y sufre un duro revés en el algodón, aunque logra 117 millones para el tabaco.
Los ministros de Agricultura de la UE han aprobado esta madrugada la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del aceite, tabaco y algodón con el voto en contra de España, Dinamarca y Suecia. Así, España ha recibido hoy un fuerte golpe a sus intereses agrícolas. No obtendrá ningún dinero suplementario para el aceite, al rechazar los 20 millones de euros ofrecidos por el comisario europeo de Agricultura Franz Fischler a la delegación española a cambio de su voto positivo.
En rueda de prensa, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, ha asegurado que su departamento recurrirá las correspondientes al aceite de oliva y al algodón, "los dos sectores más perjudicados" por la reforma. Sin embargo, desde la Comisión se asegura que "nadie" ha tratado de aislar a España en la negociación. Según el portavoz europeo de Agricultura, Gregor Kreuzhuber, "desafortunadamente ha votado en contra del compromiso puesto en la mesa por la presidencia".
Espinosa señaló que está misma tarde comunicará la decisión del Ministerio. Una fuente diplomática ha asegurado hoy a Europa Press que la ministra se vio sorprendida por el voto final de las reformas mediterráneas, algo que achacó a su "inexperiencia". "Le pilló por sorpresa. Creía que sería posible más tiempo de negociación", indicó.
En cuanto al algodón, detalló que los servicios jurídicos de la Administración están estudiando recurrir para defender el protocolo 14 del Acta de Adhesión, que establece la concesión de ayudas este cultivo. Respecto a la reforma del sector del aceite, aprobada con el voto en contra de España, principal país productor, comunicará la posibilidad de plantear otro recurso. Las razones, el nulo incremento adicional de presupuesto para sus olivareros y porque considera que la distribución de ayudas al algodón es negativa.
Los Quince alcanzaban el acuerdo esta madrugada y por mayoría cualificada, tras intensas negociaciones que comenzaron el miércoles por la mañana. Con estas reformas se introduce un nuevo sistema de ayudas por superficie, basadas en referencias históricas, que se concederán a los agricultores independientemente de que produzcan o no. La UE ha establecido que en el caso del aceite de oliva, el 60% de las ayudas se convierta en un pago único desvinculado de la cosecha, aunque este porcentaje podría ampliarse.
Mal el algodón, algo mejor el tabaco
Además del varapalo para los olivareros, España sufre un fuerte impacto en el sector del algodón. El texto final recoge una desvinculación de las ayudas del 65%, por encima de la propuesta inicial del comisario europeo Fischler, del 60% y, sobre todo, muy alejada de la reclamación española de un máximo del 20%. En España existen 90.000 hectáreas de cultivo algodonero, la mayor parte de ellos en la comunidad autónoma de Andalucía. Los ministros también han aprobado que el 65% de las actuales subvenciones al algodón se pague independientemente de que el agricultor produzca y el resto será repartido por los países.
El tabaco salió mejor parado de lo previsto para España, ya que los productores podrán repartirse este año 117 millones de euros, frente a los 113 de la temporada pasada. La aceptación de Fischler y los países nórdicos de que sólo se desvincule el 40% de las ayudas y que el resto quede vinculado a la producción permitió un consenso en este punto. Ese 60% de ayudas restante en función de lo producido deberá beneficiar a aquellos productores que viven en regiones 'Objetivo 1', como en el caso de Extremadura, principal región productora española, o a aquellos que produzcan "variedades de una cierta calidad", se indicó en el texto final del acuerdo. Este esquema se mantiene únicamente hasta 2010, momento en el que las ayudas de la UE quedarán desvinculadas en un 50% y la mitad restante se destinará al fomento de programas de desarrollo rural. Por lo tanto, los productores de tabaco españoles tendrán cinco años de margen antes de dejar de recibir ayudas directas.