Aires deportivos para Seat
El Altea, un monovolumen compacto, la última apuesta de la marca española del grupo VW
Con la imagen dinámica que ha impuesto el grupo Volkswagen (VW) en su filial española Seat, llega a los concesionarios el Altea, un monovolumen compacto de marcado acento deportivo que ofrece un buen comportamiento y un cuarteto de motores de gasolina y gasóleo.
Un simple vistazo a la estética que muestra el nuevo modelo de Seat, repleta de ángulos y líneas tan dinámicas como musculosas, permite anticipar el espíritu del recién llegado. Su plataforma es común, entre otros, a los Audi A3 y Volkswagen Golf V/Touran, si bien el denominado chasis ágil de la marca española, estrenado en el utilitario Ibiza y caracterizado, sobre todo, por la combinación de muelles duros y amortiguadores blandos, permite una dinámica todavía más afín a la de aquellos usuarios que disfrutan enlazando curvas en una carretera de montaña. Y todo sin menoscabo del confort.
Todas las versiones gozan de cuatro discos de freno con antibloqueo ABS, control de tracción TCS y de estabilidad ESP.
El mismo planteamiento preside el habitáculo, en el que llama la atención el puesto de conducción, con toda clase de mandos y pulsadores al alcance de la mano y la vista, y un volante que se regula en altura y profundidad, al igual que la butaca.
El Altea no contempla soluciones imaginativas en términos de versatilidad -asientos desmontables y extraíbles, butacas deslizables incluso en horizontal-, un aspecto en el que la mayor parte de sus rivales le sacan clara ventaja. Sin embargo, cinco adultos pueden acomodarse sin mayor pega en su interior.
El maletero tiene una capacidad razonable, y puesto que el coche disfruta de asiento posterior abatible, de portón trasero y de numerosos huecos para depositar pequeños objetos, las posibilidades de uso se multiplican y la vida a bordo se hace fácil y cómoda.
Por lo que respecta al ámbito mecánico, el Altea llega con cuatro propulsores a los que, previsiblemente, se añadirá alguno más a medio plazo, en los escalones inferior y superior de potencia.
De momento, la gama rebasa los 1.000 CV, pues parte de los 102 que eroga la variante de gasolina 1.6 -181 km/h y 7,2 l/100 km-, sigue en los 105 que permite el propulsor de gasóleo 1.9 TDi -183 km/h y 5,5 l/100 km-, continúa en los 140 CV del 2.0 TDi -logra 201 km/h y 5,9 l/100 km- y culmina en los 150 de la mecánica de gasolina 22.0 FSi -que con inyección directa, lo lanza hasta 206 km/h, con un gasto medio de 7,8 litros cada 100 kilómetros-.
Los dos últimos modelos disfrutan de cambio manual de seis marchas, que es de cinco en los dos primeros. Por su parte, el 2.0 TDi es compatible, con sobreprecio, con la transmisión de doble embrague y seis relaciones DSG, de accionamiento secuencial.
Un apunte de interés es la dotación de serie en todas las versiones y acabados, puesto que elementos como el climatizador, los seis airbag, los cuatro elevalunas y el cierre centralizado con telemando, las llantas de aleación o el sistema de audio con lector de CD forman parte del coche desde el precio base del Altea.