Los combates se agravan con el secuestro de extranjeros
Las tropas lideradas por Estados Unidos mantuvieron el jueves duros combates con rebeldes suníes y chiíes en Irak, en el que fue el peor y más sangriento día de caos en el país desde hace un año. Los enfrentamientos se agravaron con el secuestro de catorce civiles extranjeros.
Tres japoneses fueron secuestrados por el grupo iraquí Saraya al-Muyahidin que amenaza con matarlos, quemándolos vivos, si Tokio no retira sus tropas de Irak en un plazo de tres días. El Gobierno japonés se apresuró a responder que Tokio no retirará sus tropas bajo amenazas.
Otro ciudadano británico fue secuestrado en Nassiriya y siete surcoreanos fueron liberados tras su secuestro.
En medio del creciente caos en todo el país, el general estadounidense Ricardo Sánchez, jefe de las fuerzas de ocupación, admitió que la coalición ha perdido el control de las ciudades de Kut y Nayaf, donde se encuentra la base española Al Andalus. Además, miles de chiíes han emprendido una marcha hacia Faluya, una ciudad asediada por las tropas de EE UU.
Según el diario The Washington Post, EE UU ha pedido al menos a una docena de países que envíen tropas a Irak en una fuerza internacional que proteja a una posible nueva misión de la ONU, cuando Washington devuelva el poder a los iraquíes.