Sonora bronca a Welteke
Ernst Welteke, presidente del Bundesbank y miembro del consejo de gobernadores del Banco Central Europeo (BCE), ha tenido que devolver el importe de cuatro noches de estancia en el lujoso Adlon Hotel de Berlín que habían sido abonadas por Dresdner Bank. El banco privado alemán invitó a Welteke a participar en la ceremonia de celebración de la entrada en circulación del euro en la Nochevieja de 2001 y se hizo cargo de los gastos de estancia del banquero central y su familia. La noticia, difundida ahora por el semanario Der Spiegel, ha desatado una avalancha de críticas contra el banquero central y algunas peticiones de dimisión.
La legislación alemana prohíbe a los altos funcionarios aceptar regalos de entidades privadas. Y Welteke es, además, el empleado público de Alemania que más cobra (350.000 euros al año), un dato que le han recordado insistentemente durante el fin de semana quienes exigen su dimisión. Para acallar las críticas, el banquero ha anunciado que abonará de su bolsillo dos noches de estancia, a razón de 1.717,95 euros cada una, y el Bundesbank se hará cargo de las otras dos, porque esas jornadas se dedicaron a actividades oficiales del banco. Además, ha pedido disculpas por el 'malentendido'. Pero ello no ha impedido que algunos sigan pidiendo su renuncia.
Welteke, que es miembro del Partido Socialdemócrata (SPD), asumió la presidencia del Bundesbank en 1999 y tradicionalmente ha mantenido posiciones favorables a las bajadas de tipos. El banquero asegura que ha sido víctima de una campaña política porque las informaciones sobre este episodio surgieron del Ministerio de Finanzas regional de Hesse, del que él mismo fue titular en el pasado.
Puede que existan intereses políticos tras los ataques a Welteke. Pero ello no anula la torpeza del banquero central, que debería haber tenido presentes las leyes antes de aceptar esta invitación. No en vano, entre sus funciones está la supervisión de entidades financieras privadas como el propio Dresdner.