Sanidad insolvente
El Sistema Nacional de Salud está enfermo. Una vez realizadas las transferencias a las comunidades autónomas, la sanidad se está convirtiendo en un pozo sin fondo que requiere medidas urgentes para garantizar su solvencia. El Consejo de Política Fiscal y Financiera, integrado por el Gobierno y las autonomías, no debería aplazar más el análisis del primer año de aplicación del nuevo modelo de financiación autonómica. Debería rectificar lo que sea necesario y, de paso, poner fin a una inadmisible falta de transparencia. Además, es necesario acometer cuanto antes el debate sobre cómo financiar la dependencia -atención a personas desvalidas-, un grave problema futuro por el que pasó de puntillas el anterior Gobierno.
Los técnicos del PSOE han calculado en 6.000 millones de euros los recursos adicionales que necesitará el sistema los próximos cuatro años. La cifra incluye el previsible déficit de las comunidades autónomas en materia sanitaria y la inyección necesaria para mejorar el servicio. Una patata caliente que requerirá toda la capacidad de Elena Salgado, designada por Zapatero para llevar esta difícil cartera.