La cena frustrada de Ana Palacio
Cuentan algunas lenguas de varones, quizá resentidas por no haber sido invitadas, que la ministra de Asuntos Exteriores en funciones, Ana Palacio, intentó celebrar el pasado viernes en Bruselas una cena (¿de despedida?) con las mujeres que ocupan puestos relevantes en las instituciones comunitarias. La extraña convocatoria, en el marco de un Consejo Europeo que reflejó la frialdad de la mayor parte de los líderes comunitarios en la despedida a José María Aznar y a su Gobierno, fracasó ante el escuálido entusiasmo de ministras, comisarias europeas, parlamentarias y funcionarias. 'La moda ahora es la paridad, no la segregación', bromea uno de los funcionarios.
l 'Bush' de usar y tirar. Si la iniciativa de una empresa china logra el visto bueno de las autoridades de aquel país, pronto sus ciudadanos podrán aliviarse de los efectos del resfriado con pañuelos de papel de la marca Bush. Una compañía de servilletas, toallitas y pañales desechables ha decidido registrar una marca con el nombre del presidente de Estados Unidos, siguiendo una moda china de las 'marcas homófonas'. El mismo destino han sufrido otros personajes famosos, como el director de cine Zhang Yimou, convertido en una marca de champú y cremas para el acné, o el cantante hongkonés Nicholas Tse, transformado en un medicamento contra la diarrea.