La dirección de Izar sigue enfrentada a los sindicatos
Izar y los sindicatos no se han dado una tregua para cerrar un conflicto de relaciones laborales y de carga de trabajo que permita dar oxígeno al grupo público de construcción naval, un paciente en crisis. Los sindicatos abandonaron ayer unas negociaciones, abiertas una vez finalizadas las recientes elecciones generales, después de que Izar rechazara retirar la suspensión de empleo y sueldo impuesta al comité de la factoría de Ferrol por incumplir los plazos para comunicar las movilizaciones.
Sobre la mesa quedaron aspectos tan importantes como el posible incremento de su cartera de pedidos para alguna de las factorías de Izar que rebasan ya la subactividad. La consecución de un contrato para construir un buque, con una capacidad para transportar 1.500 contenedores, para un naviero sueco y que se armaría en Juliana Constructora Gijonesa, sigue en el aire a pesar de que ya está prácticamente cerrado, según fuentes del sector. El desencuentro también puede afectar a la fabricación de un buque metanero para el tándem naviero formado por Tapias-Teekay que ha realizado una oferta que serviría para alimentar las vacías gradas de la Naval de Sestao.
El acuerdo se presenta difícil. Los gestores del grupo SEPI, y posiblemente de Izar, se encuentran de salida como consecuencia del cambio de Gobierno que se va a producir en breve y que, en teoría, supondrá una renovación en la cúpula de las empresa públicas. Los sindicatos, por su parte, no tiene muy clara su estrategia y dudan sobre la posibilidad de abrir un nuevo calendario de movilizaciones que sirva para presionar a una empresa en situación provisional. El desenlace, posiblemente, se producirá con el nuevo Gobierno socialista.