Caja Navarra impone cambios en Azkoyen
La crisis en la cúpula de Azkoyen se ha dado por cerrada. Caja Navarra ha forzado la creación de un nuevo consejo de administración tras la dimisión de su presidente y de los dos consejeros que seguían en sus cargos, debido a las diligencias abiertas por Baltasar Garzón por supuestos pagos a ETA.
Soluciones de urgencia en situaciones de emergencia. Caja Navarra, titular de un 9,5% del capital de Azkoyen, encontró a última hora del domingo un bálsamo para solventar la crisis en el máximo órgano de gobierno de la compañía de Peralta (Navarra) afectada por las diligencias abiertas por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, y que relacionaban a la sociedad con supuestos pagos a la organización terrorista ETA que podrían suponer un montante de 240.000 euros.
La entidad de ahorro navarra, responsable del gabinete de crisis, consiguió, en largo fin de semana pasado, sus dos objetivos. Primero descabalgar del máximo órgano al presidente de Azkoyen, José Félix Iriondo, que había ejercitado su cargo durante apenas seis meses, y de los consejeros Ricardo Armendariz y Carmen Troyas. Después, nombrar un consejo de administración lleno de notables con nombres de solvencia como Miguel Iraburu, nuevo presidente y ex director general de Auna, entre otros cargos, Miguel Canalejo, ex presidente de Alcatel Latinoamérica o de José Manuel Ayesa, presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra.
Caja Navarra, en una operación de ida y vuelta (sus dos representantes abandonaron el consejo en los momentos convulsos del pasado viernes al no aceptarse la celebración de una reunión extraordinaria) ha colocado de nuevo a Juan Odériz y Javier Garde tras la dimisión de Iriondo, Troyas y Armendariz.
Iriondo, Troyas y Armendariz, los dos primeros accionistas de referencia con un 15% del accionariado, casi un 6% más que el capital propiedad de la entidad financiera, se resistieron a abandonar el consejo pese a las peticiones de la caja y una vez conocidas las actuaciones del juez Garzón que se remontan a 2001 cuando ya ocupaban puestos en el órgano de dirección. En estas diligencias está incluido el anterior director general, Ignacio Moreno, que abandonó la sociedad a principios del pasado año.
Azkoyen aseguró ayer a la CNMV que se continuará con la política de 'investigación interna sobre los hechos que han dada lugar a las diligencias policiales' a la vez que reiteraba la máxima colaboración con la Justicia 'para el esclarecimiento de los mismos'. En esta línea, su nuevo presidente, Miguel Iraburu anunció que se han encargado 'auditorias para conocer en profundidad la realidad de los hechos'.
Fuerte caída en Bolsa
Los nuevos gestores de la compañía, con sede en Peralta, mostraron su confianza en los directivos y los trabajadores, cerca de 600, 'para impulsar el liderazgo del grupo en sus sectores tradicionales'. Además garantizaron la continuidad de la actual plantilla.
Las acciones volvieron a cotizar ayer tras el levantamiento de la suspensión del jueves y viernes. Y lo hicieron con una caída del 7,08% hasta 4,99 euros. Se negociaron 288.606 acciones.
Junta para adaptar el reglamento corporativo
El nuevo consejo de Azkoyen se ha marcado los deberes más inmediatos y ya se han puesto a la tarea. Así, tiene previsto convocar 'lo antes posible' una junta general ordinaria a la que se someterá la ampliación del número de miembros del máximo órgano de gobierno y el nombramiento o ratificación de consejeros actualmente elegidos por el sistema de cooptación con el objetivo de dar luz verde a una cúpula renovada en su mayoría. Además, tiene previsto la puesta en marcha de un nuevo reglamento 'del consejo de administración y de sus comités, acorde con las mayores exigencias de las normas de buen gobierno corporativo, potenciando las funciones supervisoras del consejo y de sus comités respecto del equipo de dirección de la compañía', según la información facilitada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.