Un comercio más libre
Los supermercados han incrementado un 69% la superficie comercial en España durante 2003, mientras las grandes superficies, los hipermercados, lo hacían sólo un 11,5%. Estos datos, provenientes del informe de Alimarket sobre el sector de la distribución, reproducirán seguramente los cruces de acusaciones entre las asociaciones que representan a unos y a otros y animarán la labor de lobby de ambos. Pero si las empresas, el pequeño comercio y la Administración siguen actuando como hasta ahora, se darán pocos pasos en la buena dirección.
Los datos citados muestran la evidencia de un crecimiento desequilibrado en el sector, y es hora de plantearse si es el marco normativo el que crea tales disfunciones. Una Ley de Comercio proteccionista con el pequeño comercio y una disparatada acumulación de exigencias administrativas, que además varían en función de la comunidad autónoma de que se trate, no hacen sino dificultar la agilidad de un sector al que debe caracterizar la flexibilidad.
Los Gobiernos del PP no han sabido resolver los problemas del sector, y especialmente en su primera legislatura, y como concesión a CiU, implantaron supuestas defensas del pequeño comercio que han reducido la competencia, desincentivado la especialización y, en fin, retrasado la imprescindible modernización de éste.
A juzgar por algunas señales ofrecidas durante la campaña electoral, también puede ser un problema difícil de resolver con el PSOE. Si es así, será un error. El primer mensaje de José Luis Rodríguez Zapatero a las empresas tras ganar las elecciones fue rotundo: 'No intervendré en el mundo económico; hay que ganar cotas de libertad'. El de la distribución, empezando por los horarios comerciales, es un sector necesitado de esa libertad. Y no sólo para desarrollarse y crear empleo, sino para dar a los clientes el servicio que demandan.