China también quiere ser un gigante en desarrollo de software
China ha creado un grupo de empresas del sector de software al que se refiere oficiosamente como Long Tou, que en mandarín significa Cabeza de Dragón. Para lo que se supone que debe hacer, el nombre no podía ser más apropiado. De la misma manera en que la poderosa cabeza de un dragón dirige al resto de su largo cuerpo a la batalla, el grupo de 50 empresas creado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología dirigirá la embestida de los bajos salarios de China hacia el software de computación. Si el Proyecto Offshore de Ingeniería de Software de China, como ha sido llamado formalmente el grupo, tiene éxito, cientos de compañías más pequeñas podrían sumarse a él.
Forrester Research pronostica que EE UU perderá 3,3 millones de empleos en el sector de los servicios entre 2000 y 2015. Si China se transforma en un fuerte competidor por esos servicios, el número podría ser mayor. La pregunta es ¿pueden lograrlo los fabricantes chinos de software? Para una posible respuesta, analicemos lo que hace tan exitosas a las empresas indias de software. Los fabricantes indios tienen entre el 60% y el 70% de su personal en India, donde los programadores ganan un sexto de lo que los escritores de códigos cobran en EE UU. El restante 30% o 40% de los empleados trabaja en Europa y EE UU y compiten por negocios y proyectos de gestión. La dispersión geográfica de la fuerza laboral produce un día de trabajo de 24 horas.
¿Pueden las empresas chinas imitar el modelo indio? Están haciendo precisamente eso. Tomemos por ejemplo a Bamboo Networks, una compañía de Hong Kong de pocos accionistas. Bamboo es un creador de software nacido hace cinco años, una de las 50 empresas de Cabeza de Dragón. Tiene 175 empleados y hace trabajos de programación en la ciudad suroriental china de Guangzhou. En comparación, Infosys de India tenía más de 15.000 empleados un año atrás y está incorporando entre 1.500 y 2.000 redactores de códigos y gerentes de proyectos en el actual trimestre.
Forrester Research pronostica que EE UU perderá 3,3 millones de empleos en el sector de los servicios entre 2000 y 2015. Si China compite por esos servicios el número podría ser mayor
'Si bien no somos exactamente un paralelo, somos en muchos aspectos similares a las empresas de software indias', dice Gene Kim, de 34 años, fundador y máximo ejecutivo de Bamboo. Agrega que su prioridad es aumentar los servicios que su compañía ofrece a los clientes globales, como Lehman Brothers, Procter & Gamble, Hewlett-Packard y NEC.
China e India pueden complementar sus respectivas fortalezas. Las empresas indias usarán programadores chinos para escribir códigos básicos, mientras que los fabricantes chinos de software usarán las reservas de talento India para reclutar arquitectos de sistemas, gerentes de proyectos y otros profesionales de primer nivel, de los que aún faltan en China.
Para EE UU ha llegado el momento de bajar a la realidad con los empleos de subcontratación. India y China serán fuentes formidables de ventajas salariales. Y no olvidemos Filipinas o países de Europa Oriental. El proteccionismo no servirá, ya que podría derivar en disputas comerciales que no ayudan a nadie. 'Nadie dijo que la globalización sería fácil', dice Stephen Roach, economista jefe de Morgan Stanley. 'Pero a la larga, sin duda, es mejor que las alternativas'.