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'Telecos'

Galán y Alierta muestran en público su apoyo a Zapatero

El presidente de Telefónica, César Alierta, estaba ayer en Brasil para presentar el nuevo programa de cercanía al cliente en Latinoamérica y dirigir la convención de directivos de la zona, pero el vuelco electoral del domingo en España desplazó el foco de interés. La conclusión es clara. Alierta se siente cómodo, apoya al nuevo Gobierno y no tiene pensado dimitir.

César Alierta no ve motivos para dejar la presidencia de Telefónica. El máximo ejecutivo de la primera compañía del país aseguró ayer que se siente exactamente igual que hace diez días, antes de que José Luis Rodríguez Zapatero y el PSOE ganaran las elecciones generales del pasado 14 de marzo.

Desde el brasileño estado de São Paulo, donde el ejecutivo ha acudido a la primera convención con los principales directivos de Latinoamérica, Alierta expresó su respaldo al PSOE. 'Le deseo los mejores éxitos al nuevo Gobierno y Telefónica contribuirá pro activamente en su pequeña parcela a que el éxito económico y el desarrollo del país sea una realidad. Colaboraremos para que la economía española siga creciendo', aseguró a los periodistas en rueda de prensa.

Pero la incertidumbre sobre el futuro de las empresas privatizadas bajo el Gobierno de PP no se centra tanto en sus proyectos corporativos como en sus presidentes, así que Alierta tuvo que volver a referirse al tema para dejar clara su posición. Hace diez días, aseguró sentirse 'relativamente joven y cómodo en Telefónica' y ahora dice que 'nada ha cambiado'. 'Estoy muy contento de presidente de Telefónica y soy relativamente joven', reiteró, para dejar clara su nula intención de abandonar el cargo.

La empresa inicia la ronda de contactos en Latinoamérica para superar las trabas regulatorias al pacto con Bellsouth

Eso sí, independientemente del partido que esté en el Gobierno, Alierta aseguró que Telefónica seguirá manteniendo su misma política de exigencias al regulador, como el pago compartido del servicio universal o la liberalización de los precios de telefonía fija.

César Alierta llegó a la presidencia de Telefónica en el verano de 2000 como sustituto del polémico Juan Villalonga y con todo el apoyo del Gobierno del PP. Pero su relación con el Partido Popular había comenzado antes, en junio de 1996, al ser nombrado presidente de Tabacalera muy pocos meses después de la victoria electoral de los populares.

También el consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, dio ayer un claro voto de confianza al futuro Gobierno del PSOE, informa Carmen Monforte. En una conferencia ante analistas, Galán afirmó que 'en España hay tranquilidad, estabilidad y un buen sistema democrático' y subrayó que 'las instituciones financieras funcionan'. Quiso aplacar la incertidumbre que ha planeado en los últimos días sobre el sector eléctrico, al calificar de 'coherente' al programa electoral del PSOE. Recordó que éste 'apuesta por el estricto cumplimiento del Protocolo de Kioto y por las energías renovables, especialmente la eólica y la biomasa'. En cuanto al temor sobre un cambio en el marco tarifario, Galán aclaró que hay 'un sistema de tarifas predecible hasta 2010 y suficiente'.

Reuniones en Argentina

Alierta mostró su apoyo a Zapatero en Brasil, desde donde llega hoy a Argentina con un propósito concreto: mantener reuniones con los reguladores y con todas las partes implicadas en la adquisición de las filiales latinoamericanas de Bellsouth. Alierta inicia así la ronda de visitas que le llevará a los países donde ha comprado los principales activos y, sobre todo, donde puede haber problemas regulatorios. En Argentina, por ejemplo, las leyes impiden a una empresa concentrar más de un número determinado de frecuencias radioeléctricas y Telefónica Móviles lo superará con las de Bellsouth. La operadora se mostró ayer dispuesta a acatar cualquier decisión regulatoria y a deshacerse del espectro si es necesario, aunque destacó la conveniencia de mantener contactos.

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