La Audiencia condena a De la Rosa a tres años de cárcel por el 'caso Icsa-Inpacsa'
La Sección Primera de Lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado al ex vicepresidente del Grupo Torras Javier de la Rosa a tres años de cárcel por un delito de apropiación indebida cometido en la operación de compraventa de las empresas papeleras Icsa e Inpacsa, una de las piezas separadas del llamado caso Torras. La condena se une a los cinco años y medio a que el empresario fue condenado por este caso y que cumple actualmente en la prisión madrileña de Alcalá Meco.
Asimismo, incluye "la agravante como muy cualificada de especial gravedad atendiendo al valor de la apropiación". En la misma sentencia, el ex consejero delegado de Torras, Jorge Núñez Lasso de la Vega, ha sido condenado a un año y ocho meses de prisión (se suma a los cuatro que cumple en Tarragona), mientras el ex asesor de la compañía Juan José Folchi recibe una condena de dos años. Además, el Grupo Torras, deberá abonar a quienes eran accionistas de ICSA el 8 de junio de 1988 los 46,7 millones de euros que se obtuvieron en plusvalías, además de los intereses legales desde esa fecha.
Por el contrario, la sentencia absuelve a los tres empresarios de los delitos de falsedad en documento mercantil y el de maquinación para alterar el precio de las cosas, de los que también estaban acusados. El cuarto acusado es el inspector financiero de la compañía Miguel Soler ha sido absuelto de los tres delitos citados. Tal y como hizo con la sentencia de Wardbase, el Grupo Torras ya ha anunciado su intención de recurrir esta decisión ante el Tribunal Supremo.
La pieza del caso Icsa-Inpacsa investigaba el destino final de las plusvalías de 72 millones de euros obtenidas por la venta, en 1988, de la papelera ICSA por parte del Grupo Torras (propiedad entonces de la kuwaití KIO) a la irlandesa Smurfit.
Indemnización millonaria
La sentencia declara responsable civil subsidiaria a las empresas de De la Rosa Quail España y Diagonal Investments, y también condena al empresario Paul Dawson como responsable civil a título lucrativo al pago de 13 millones de dólares.
La operación Icsa-Inpacsa se inició en 1987, cuando el Grupo Torras vendió la papelera Icsa a Inpacsa por 1.900 millones de pesetas, un precio muy inferior a su valor. Después, a partir de esta operación, Torras vendió el 45% de Inpacsa. En abril de 1988, Torras vendió Icsa a Croesus por 4.200 millones de euros y, paralelamente, los administradores de Inpacsa vendieron Ipsa en subasta. En total, se lograron 12.000 millones de pesetas por la empresa, que fueron desviados a las cuentas particulares de los imputados, según la investigación.