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La city
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Estupor y solidaridad en Europa

De congoja e incredulidad fue la primera reacción de las capitales europeas ante la noticia de los atentados. La mala nueva se propagó con velocidad, aunque muchos europeos, que se encontraban ya en su lugar de trabajo, no conocieron los detalles de la tragedia hasta los informativos de la tarde. La totalidad de los informativos de radio y televisión y las ediciones digitales de los periódicos abrieron con la masacre. A lo largo de la jornada, la indignación fue creciendo con la misma cadencia siniestra con que escalaba el número de víctimas.

El abatimiento se manifestó en Bruselas y Estrasburgo, centros neurálgicos de la actividad comunitaria, donde las reuniones habituales de la Comisión, el Parlamento y el Consejo se tiñeron de luto. Las banderas de las instituciones, una tras otra, se arriaron a media asta. Funcionarios españoles recibían en las calles del barrio europeo de la capital belga el espontáneo pésame de sus colegas internacionales. La numerosa comunidad española que llegó a Bélgica en los cincuenta, afincada precisamente cerca de la principal estación de tren de Bruselas, también recibía con estupor la noticia.

Una abuela incluso cancelaba el viaje de los nietos a España, previsto para las próximas vacaciones de Semana Santa, como también han hecho algunos turistas. Numerosos corresponsales de prensa dejaron apresuradamente Bruselas camino de Madrid, con una muda de angustia como único equipaje. En la retina, las imágenes incesantes en todos los canales de televisión de la matanza en la capital de España. Y como un diagnóstico, el de David Sharrock, corresponsal del diario The Times en Madrid: 'Quizá sea el acto de una animal salvaje acorralado'.

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