Azulejos en las fachadas para paliar la crisis
Agentes comerciales del grupo Tau Cerámica (Taugrés), uno de los más importantes de la industria azulejera española, llevan meses visitando despachos de arquitectura para vender las bondades de la baldosa cerámica como material de recubrimiento de fachadas. Según el portavoz de la empresa, Manuel Llopis, 'en la crisis, para dar el salto, no tenemos que centrarnos en el mercado que ya tenemos, sino en otros nuevos, como la arquitectura o el interiorismo, donde también estamos promocionando porcelánico que imita al mármol para los vestíbulos'.
La industria cerámica, compuesta por unas 300 empresas y 26.000 trabajadores, vive un momento difícil, después de registrar el año pasado una caída de casi el 3% en las ventas -la primera en los últimos 20 años-, del 6% en las exportaciones y del 5% en la producción.
El tipo de cambio del dólar y la competencia de productos de países emergentes, especialmente China, en mercados como el de Oriente Próximo han provocado esta situación, que los empresarios temen que continúe a lo largo del actual ejercicio, ya que las condiciones no han variado.
La iniciativa de promocionar nuevos usos para su producto no es exclusiva de Tau Cerámica.
Otras empresas fabricantes de porcelánico -el material más resistente y caro-, como Todagrés y Pamesa Cerámica también recomiendan su utilización en recubrimiento de edificios.
El uso de cerámica en las fachadas cayó en desuso en todo el mundo hace más de dos décadas, cuando se comprobó que el material no resistía a largo plazo las variaciones climatológicas, ante las que se quebraba o se desprendía por las dilataciones.
Frente a la tradicional baldosa de gres esmaltado, el porcelánico es un material de una sola pieza, no poroso y muy resistente. Según Manuel Llopis, 'otro problema era cómo fijar la cerámica a la fachada, pero se ha solucionado con una técnica denominada fachadas ventiladas, que consiste en una estructura de aluminio que deja un espacio entre la pieza y la fachada, que sirve como aislante térmico y permite cambiar las piezas individualmente'.
Las azulejeras fabrican porcelánico con apariencia de otros materiales, como el acero o el mármol, que son más caros.
Según Manuel Llopis, 'a los arquitectos hay que ir a verles uno a uno para convencerles, pero las visitas están dando resultados'.
La patronal azulejera Ascer también está haciendo esfuerzos para extender el uso de la cerámica a la arquitectura y el interiorismo.
Hace un año presentó los primeros premios de Arquitectura, dedicados a proyectos arquitectónicos y de interiorismo que utilicen de forma predominante este material.
Con el mismo objetivo promocional de dar categoría al material, Ascer ha anunciado para este año la creación de una cátedra de la cerámica en la escuela de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya.