14 provincias obsesionan a Rajoy
El PSOE logrará impedir que el PP renueve la mayoría absoluta si obtiene, al menos, una parte de los 180.000 votos que en 14 provincias dieron realce al triunfo de José María Aznar en los comicios de 2000.
Los expertos del primer partido de la oposición creen que el PP parte el próximo día 14 con una pequeña desventaja derivada de la pérdida de censo en cuatro provincias, cálculo en el que coinciden con los estrategas que trabajan para Mariano Rajoy. Asturias, Cáceres, Pontevedra y Sevilla pierden un escaño cada una, circunstancia que se compensa con la ganancia de otros tantos en Baleares, Girona, Madrid y Las Palmas. Los socialistas dan por seguro que ganan un diputado por Baleares y que CiU logrará uno más por Girona, ambos en detrimento del PP. En este escenario, José Luis Rodríguez Zapatero contaría de partida con 126 diputados como mínimo, mientras que el PP bajaría a 181 frente a los 183 de marzo de 2000.
Los cálculos del PSOE, que coinciden a grandes rasgos con los del PP, colocan la lupa sobre 14 provincias en las que este último partido se adjudicó en 2.000 el último escaño por un pequeño porcentaje de votos. El ejemplo más vistoso es el de La Rioja, donde bastaría con que el PP perdiera 918 papeletas en beneficio del PSOE para que se produjera el baile de un escaño. Esta misma situación se da en otras 13 provincias donde el reparto de los restos y la consecución del último diputado puede variar en función de una horquilla que comprende entre uno y cuatro puntos. Con este cálculo, la suma de votos que resultarían decisivos para el PP y para el PSOE el próximo día 14 no supera los 180.000.
IU favorece al PP
Para evitar lo que finalmente sucedió hace cuatro años, el ex candidato socialista Joaquín Almunia intentó que Izquierda Unida declinara comparecer electoralmente en una docena de provincias, pero no lo consiguió. En esta ocasión, a José Luis Rodríguez Zapatero ni se le ha pasado por la imaginación dar este paso, por lo que IU volverá a ser en estos comicios la principal aliada de los intereses del PP, al menos desde el punto de vista de la aritmética electoral.
Las aproximaciones realizados por los expertos de los dos principales partidos coinciden también en las altas posibilidades del PP de perder representación electoral en las circunscripciones de Oviedo, Cáceres y Pontevedra.
Otro de los aspectos a tener en cuenta en estas elecciones es el comportamiento de los dos millones de nuevos votantes que se incorporan al censo. En el PP se considera que los dos grandes partidos se repartirán por igual el respaldo de este colectivo, entre el que suelen darse altas cotas de abstención. En las elecciones de 2000 la abstención de los jóvenes comprendidos entre 18 y 29 años subió seis puntos en relación con la de 1996.
Los resultados de Zapatero van a depender también, en gran medida, de la movilización que consiga en el electorado de izquierdas. Si en el 2000 Almunia hubiese tenido el apoyo de los votantes próximos al PSOE que se abstuvieron, habría sumado más de dos puntos al porcentaje del 34%.
Circunscripciones claves para Rajoy y Zapatero
El PP consiguió 183 escaños en marzo de 2000, cuatro por encima de la mayoría absoluta. La zona de peligro para Mariano Rajoy llega a partir de los 172 escaños si se tiene en cuenta que podría contar, en todo caso, con los cuatro diputados de Coalición Canaria. Hay entre 14 y 19 provincias donde el reparto de los restos le pueden jugar al PP una mala pasada, con 180.000 votos que resultarán decisivos.