El juicio a Martha Stewart, visto para sentencia
Ocho hombres y cuatro mujeres oyen hoy las conclusiones con las que se cierra la vista oral del juicio contra Martha Stewart y su ex broker de Merrill Lynch, Peter Bacanovic. Stewart está acusada de conspiración para mentir y obstrucción a la justicia que investigaba si hubo un delito de información privilegiada en la venta de unas 4.000 acciones de la farmacéutica Imclone.
El lunes fue el turno del abogado de la fiscalía, Michael Schachter, quien durante tres horas la acusó de mentir 'dejando un rastro de evidencias'. Tras los argumentos de hoy del abogado de la célebre empresaria de 62 años, su destino queda en el juicio de un jurado que fue difícil de seleccionar por el alto perfil social de Stewart, conocida como la Diva del hogar.
Su perfil no ha decaído aunque su reputación y las acciones de la empresa que tuvo que dejar de dirigir tras ser acusada, sí. Stewart es la creadora y alma máter de una empresa que lleva su nombre, Martha Stewart Living Omnimedia, de medios de comunicación especializados en decoración y recetas de cocina así como del diseño de ropa de casa. Es una celebridad en EE UU.
El caso contra Stewart, cuya vida ha sido ya llevada a la televisión, se ha convertido en serie monográfica en los medios de comunicación. Su llegada en limusina negra al palacio de Justicia de Manhattan con impecables abrigos y forzada sonrisa ha sido una constante diaria en los informativos como ninguna otra noticia.
Y todo ello a pesar de que tras dos años seguidos de escándalos empresariales las acusaciones contra ella palidezcan al compararse con las formalizadas contra los gestores de Tyco, Worldcom, Enron o Adelphia. De hecho, y tal y como han señalado muchos de los expertos legales consultados por todos los medios de comunicación, es significativo que Stewart haya sido acusada de delitos menores y el viernes, el más grave pero también el traído con más hilvanes, fraude a sus propios accionistas, fuera desestimado por falta de evidencias.
Esta acusación de fraude, que no se reproduce en la acusación civil hecha por la SEC, que sí que la demanda por información privilegiada, acarrea 10 años de prisión, que son los mismos que ha pactado Andrew Fastow, ex financiero de Enron, tras admitir su parte de culpa en el escándalo empresarial que acabó con la séptima empresa del país y una de las mayores auditoras del mundo, amén de los ahorros de miles de inversores y trabajadores y la confianza empresarial.
A pesar del revés para la acusación del pasado viernes, en su disertación final, Schachter se empleó ayer a fondo y dijo al jurado que Martha y Bacanovic mintieron. Que ella vendió sus acciones tras recibir un soplo del broker hecho a través del testigo de la acusación Douglas Faneuil, su ex ayudante. Faneuil, que fue desacreditado por la defensa de Stewart al hacerle admitir que había consumido drogas en uno de los momentos de mayor intensidad mediática del juicio, aseguraba que había hablado con Stewart sobre la venta de acciones las acciones de Imclone por parte de Sam Waksal, presidente de la empresa biotecnológica y amigo, y que ella le había ordenado vender inmediatamente.
La defensa de Stewart y la de Bacanovic, que no ha llamado a testificar a ninguno de los dos, replica que había un acuerdo entre ambos para vender las acciones si caía a partir de determinado precio.
Faneuil, el testigo más fuerte de la acusación cambió su primera declaración que encubría a los dos acusados y se disculpó diciendo que le había dado miedo perder su trabajo. Luego le atemorizó más ser cooperador y tras perder su empleo llegó a un pacto con las autoridades declarándose culpable de encubrimiento, lo que le puede llevar a la cárcel por un año. 'Teniendo esto en cuenta ¿por qué se va a inventar esta declaración?', preguntó retóricamente el fiscal.
El delito de fraude a sus propios accionistas, desestimado por falta de pruebas
Muchos amigos para arropar a la estrella
Martha Stewart se ha hecho popular aconsejando cómo hacer ensaladas, ordenar los zapatos en un armario o decorar un salón. Su imagen no puede ser más cercana al ama de casa. Pero ella no lo es.Ex modelo y empresaria de una compañía que cotiza en Bolsa, Stewart es una experta sobre todo en el mundo de la Bolsa y de hecho estuvo en el consejo de la de Nueva York.Stewart era una habitual de las más glamurosas fiestas de la alta sociedad neoyorquina, incluidas las organizadas por el ex presidente de Imclone Sam Waksal en su suntuoso loft del Soho neoyorquino. A muchas de ellas acudía con su broker, Peter Bacanovic, de 41 años, y con quien ha salido en fotos en las revistas que edita su empresa.Algunos de sus conocidos amigos la han acompañado en la sala del tribunal. Uno de los últimos en pasarse fue el actor Bill Cosby. Ayer, The New York Times publicaba una foto de ambos en el estudio de su serie en 1998. Cosby no hizo apenas declaraciones a la prensa, algo que su amiga agradecería ya que en los últimos meses, la vida privada de Stewart se ha expuesto de una forma que ella sólo soñó en sus pesadillas.