Crece la revuelta en Disney
No todas las películas Disney o sus asociadas tienen el dramatismo que se ve venir en el último montaje de la compañía del ratón Mickey. Está previsto para el miércoles a las 10 de la mañana y se trata de una junta de accionistas. Pero no es una junta cualquiera, por más que sea la general anual de la empresa.
Tal y como están las cosas, será la más agitada y con más repercusiones en los últimos tiempos para una compañía que es un icono de la cultura estadounidense.
Lo que ahora se revela como una gran ironía del destino es que hasta el escenario tiene un papel. La junta se celebra en Filadelfia, sede de Comcast, la empresa de cable que el pasado día 11 lanzó una opa sobre Disney que, de momento, se ha desestimado. En escena hay una gestión, presidida por Michael Eisner desde hace 20 años, ahora a la defensiva, y unos accionistas que han levantado la voz contra él. Según los últimos cálculos hechos por Reuters, hasta el 30% de los accionistas podría enfrentarse con un voto de confianza negativo a los gestores de Disney en la junta.
Roy Disney dice que falta visión y los fondos piden, sobre todo, rentabilidad
Entre los que más peso tienen figuran los fondos de pensiones públicos de varios estados, entre ellos Connecticut, Nueva York, posiblemente Ohio y, sobre todo, el californiano Calpers, que no fueron convencidos por Eisner y su consejo durante una reunión la semana pasada. Calpers también se encontró con los ex consejeros y disidentes Roy Disney y Stanley Gold que han liderado la campaña contra la dirección de la compañía.
Estos fondos han mostrado su enfado por la evolución en Bolsa de una empresa cuyo valor en los últimos cinco años ha caído un 25% y ha estado por debajo de la evolución marcada por el S&P 500.
Además, Calpers y otros fondos de pensiones públicos dicen estar contra Eisner y buena parte de los consejeros por los problemas que tiene la empresa con lo que se entiende por buen gobierno. Los accionistas creen que a pesar de las renovaciones, el consejo se ha mantenido durante años muy cercano al presidente, quien, además, es consejero delegado, y aunque ha habido un amago, aún no ha preparado su sucesión.
Para darles más argumentos, la semana pasada se hicieron públicos documentos que muestran cómo Eisner contrató en 1995 a su amigo Michael Ovitz como director general a pesar de las objeciones de algunos consejeros. Eisner le despidió 15 meses después, con 140 millones de dólares de indemnización sin tampoco consultarles.
Este capítulo le ha costado a la empresa una denuncia de los accionistas que creen que no hay control de la gestión personalista de Eisner. Las consultoras Institutional Shareholders Services y Glass Lewis han recomendado negarle el voto el miércoles.
Calpers dice haber perdido la confianza en Eisner y critica su falta de visión estratégica 'y liderazgo a la hora de crear valor para el accionista'. En esto, su crítica se empieza a parecer a la de Roy Disney (sobrino del creador de la empresa) y a la de Gold, quien en su página de internet, desde la que está orquestando la revuelta, habla de 'la falta de visión' o 'magia de Disney'.
Los dos ex consejeros critican la apertura de Eurodisney en París, el nuevo centro en Hong Kong y la compra de Fox Family, acciones algunas de ellas aprobadas con su voto. Tanto ellos como los fondos creen que no llegar a un acuerdo con Pixar (el creador de Buscando a Nemo) es una muestra más de la poca visión estratégica. Los analistas dicen que si Eisner recibe menos del 80% de los votos tendría que irse.
Imposible desestimar la fuerza de Calpers
El pasado septiembre se abrió la polémica de la millonaria compensación del presidente de la Bolsa de Nueva York, Dick Grasso. De rueda en rueda de prensa, Grasso se justificaba mientras se extendía la opinión de que 148 millones de dólares en compensaciones era todo un abuso. El 16 de septiembre, Sean Harrigan, presidente de Calpers, el mayor fondo de pensiones del mundo, quiso zanjar la polémica al pedir su dimisión. En 24 horas fue efectiva.No se puede desestimar lo que opine un fondo de pensiones con 155.000 millones de dólares en activos y Calpers ha sido especialmente militante a la hora de denunciar el mal gobierno de una empresa o por la mala evolución de la acción y abogar por cambios.Grasso no es el único que sabe de la fuerza de la intolerancia de Calpers con gestiones dudosas. En 1993, James Robinson, de American Express; John Akers, de IBM, y Paul Lego, de Westinghouse, dejaron sus puestos tras oír las críticas del fondo californiano.En mayo de 2003, impidió que Glaxosmithkline blindara millonariamente el contrato de su presidente. No siempre consiguen todo. No echaron a varios consejeros de Time Warner pese a intentarlo. Pero este caso es casi una anomalía.
Dos décadas de Eisner
1. En 1984, Disney, dirigida entonces por Ron Miller, yerno del fundador, entra en una crisis que fuerza la dimisión de Roy Disney, quien sin embargo se hace fundamental para dar el golpe de mano y llevar a Michael Eisner a la presidencia de la empresa.2. Se produce en 1989 el lanzamiento de MGM Estudios junto con la rúbrica de la casa Disney.3. Llega en 1991 un acuerdo para reforzar el cine de animación al pactar Eisner la coproducción de películas con Pixar, una empresa prácticamente nueva y desconocida, dirigida por Steve Jobs.4. En 1992 abre Eurodisney en París. El consejo se dividió en esta ocasión al valorar la idoneidad de París frente a la costa catalana. Las ayudas del Gobierno francés determinaron esta polémica decisión. 5. La compañía de entretenimiento compra en 1996 Capital Cities/ABC, dueño de la red de televisiones ABC.6. A finales de 2003, Roy Disney y su compañero de consejo Stanley Gold dimiten y empiezan a airear sus críticas a una dirección que comenzaron 10 años antes.7. En 2004, Disney protagoniza los titulares de los periódicos. Pixar rompe su acuerdo cuando prueba ser más rentable de lo imaginado y Comcast lanza una opa por 54.000 millones de dólares.
Comcast, la paciencia del comprador
El 11 de febrero, Brian Roberts, presidente de Comcast, hizo pública una opa sobre Disney mediante intercambio de acciones valorada en 54.000 millones. Días más tarde, el consejo de Disney decía que no. No era la primera vez que Roberts oía este monosílabo desde la casa de Mickey. Dos días antes había llamado a Eisner para hacerle la propuesta y éste sin encomendarse a nadie le dio la corta negativa y colgó.Pero Comcast, la compañía de cable que aún digiere la reciente compra de AT&T Broadband, ha dicho que no va a subir el precio por una empresa que lleva cotizando durante los últimos años por debajo del que ellos ofrecen. Roberts va a esperar porque el crecimiento de los problemas en Disney es su esperanza. La negativa de Calpers a dar el voto de confianza a Eisner va a seguirse de cerca en Filadelfia, sede de la junta de Disney en 2004 y de Comcast.Los analistas creen que Roberts se hará querer por los accionistas de la mítica empresa americana elevando el precio de la opa y pagando parte en dinero. No obstante, eso le puede salir caro en su casa, donde no se está conforme con una mayor dilución de las acciones (ya la hubo con AT&T Broadband) y estar al 50% con Disney.