Acerinox anuncia un descenso del 28,4% del beneficio en plena huelga
Acerinox, la tercera acería del mundo, anunció ayer un descenso del 28,4% en el beneficio neto de 2003, que cayó hasta 125,6 millones de euros. El motivo principal de esta caída ha sido el mal comportamiento del precio de las materias primas, en especial del níquel, material que supone el 60% de la composición del acero inoxidable.
Esta alza de los componentes, unida a los problemas surgidos del tipo de cambio -tanto del euro, del dólar o del rand sudafricano- anularon el incremento del 16,5% en la facturación -que totalizó 2.913 millones-. Las divisas perjudicaron, además, a la fábrica sudafricana, que perdió 15,4 millones en 2003.
El estancamiento del mercado en Europa y EE UU, donde Acerinox tiene su tercera fábrica, afectó a las cuentas, puesto que, del total de la facturación, sólo el 16,3% lo ingresó en España. El flujo neto de caja también registró un comportamiento mediocre, tras ascender a 2.533 millones, un 11,7% menos que en 2002. Aun así, la plantilla aumentó el 6,5%, lo que hizo que al final de 2003 la siderúrgica contara con 6.392 trabajadores.
Respecto de la huelga que afecta a la planta de Los Barrios, en Algeciras, el presidente de la compañía, Victoriano Muñoz, recalcó que las conversaciones están 'absolutamente canceladas' y que no habrá posibilidad de diálogo hasta que la plantilla vuelva al trabajo. El paro en la factoría cumple hoy su vigésimo día, con la reclamación de una paga extra más, una reducción de la jornada laboral y un adelanto de la edad de jubilación. El pasado miércoles, la dirección presentó una oferta que fue rechazada por la plantilla. Muñoz calificó de 'irracional' las peticiones de los trabajadores. 'Habrá que empezar de cero', sentenció. Los principales directivos de la empresa rechazaron cuantificar el impacto del paro sobre las cuentas.
El presidente de la siderúrgica criticó, además, el Protocolo de Kioto, que encarecerá el coste de la producción. Muñoz aseguró que, de implementarse, la exigencia de la UE de cobrar por las emisiones de gases provocará la salida de Europa de las principales siderúrgicas.