El beneficio de Seat cayó un 33,7% por el cambio del euro y las inversiones
El euro lastró las cuentas de Seat, al igual que las de su matriz Volkswagen. Seat redujo el beneficio un 33,7% en 2003, hasta los 134,9 millones de euros. El alza del euro tuvo un impacto negativo de 76 millones en la cuenta de resultados, especialmente por las ventas en el Reino Unido. Las inversiones, cifradas en 474 millones, también redujeron la rentabilidad.
La facturación se situó en 5.522 millones, lo que ha supuesto una caída del 1,6%. Esta evolución ha traído consigo una reducción de 1,2 puntos en el nivel de rentabilidad sobre ventas, que se situó en el 2,4% en 2003.
El director de finanzas, Jan-Henrik Lafrentz, afirmó ayer durante la presentación de resultados que descontando el impacto del tipo de cambio del euro, la rentabilidad se hubiera mantenido en el 3,6%, el mismo porcentaje que en 2002. Lafrentz reconoció que estos niveles de rentabilidad son bajos, y que la compañía aspira a aumentarlos en un futuro con los planes de competitividad internos.
El coste del fortalecimiento del euro tuvo una incidencia de 76 millones en las cuentas de Seat. La compañía exporta el 70% de la producción. La actividad exterior repercutió en la rentabilidad del negocio en el Reino Unido, donde las ventas aumentaron un máximo histórico del 19%, y en América Latina.
Las inversiones de 474 millones llevadas a cabo en el periodo también redujeron la rentabilidad, pero sirvieron para preparar el lanzamiento del nuevo monovolumen Altea, que se presentará oficialmente en la próxima feria de Ginebra (Suiza). La compañía prevé vender 60.000 unidades de este modelo en el primer año de comercialización. Además de estas inversiones, Seat ha destinado otros 77 millones en investigación.
El fabricante dejó de producir 5.000 coches por las huelgas que se produjeron el año pasado en el parque de proveedores contiguo a la factoría española de Martorell (Barcelona). Además, la compañía dejó de montar en la fábrica española el Seat Inca y el modelo Caddy, perteneciente a la gama Volkswagen.
Estas decisiones afectaron a la producción, que a pesar de todo aumentó un 2,1%, hasta los 460.000 vehículos. Esta cifra incluye la actividad de las plantas de Martorell, la portuguesa de Palmela (se fabrica el Alhambra) y la parte del Ibiza que se construye en Bratislava (Eslovaquia).
El presidente de Seat, Andreas Schleef, remarcó que la próxima comercialización del modelo Altea (se venderá primero en España, Italia y Portugal) significa el tercer pilar de la empresa (junto al Ibiza y al León), y que 'la compañía ha cruzado el puente hacia la nueva Seat'.
El Altea es el primer modelo de la marca española lanzado bajo el nuevo concepto de marcas agrupado en Audi. Schleef indicó que Seat, Lamborghini y la propia Audi mejorarán sus resultados en más de 100 millones anuales, en un período estimado de tres a cinco años.
Más flexibilidad
El máximo responsable de Seat se refirió en varias ocasiones a la necesidad de mejorar los niveles de flexibilidad de la planta de Martorell, aunque matizó que 'no se trata de reducir salarios, como hemos leído estos días de una empresa del sector', en clara alusión a Nissan.
Finalmente, Schleef se refirió a los cambios previstos para mejorar las sinergias y reducir costes entre los proveedores españoles de las marcas integradas en Audi.