La fortaleza del euro golpea las cuentas de Seat y DaimlerChrysler
La fuerte apreciación del euro frente al dólar y la débil demanda en el sector del automóvil han repercutido de forma directa en los resultados que han presentado hoy SEAT y DaimlerChrysler. Los datos han sido negativos y cierran el ejercicio con pérdidas.
La filial de Volkswagen, Seat, ha visto reducido su beneficio en un 33,76% en 2003 respecto al ejercicio anterior, según ha informado en rueda de prensa el presidente de la compañía, Andreas Schleef. Las causas se adivinan las mismas: a fortaleza del euro respecto al dólar y la libra, que tuvo un impacto negativo de 65 millones de euros en las cuentas de la empresa, que exporta el 70% de su producción.
Asimismo, la compañía hizo frente a unas inversiones de 551 millones de euros, superiores en un 10% a las del año anterior. La mayor parte de estas inversiones se destinaron al lanzamiento del nuevo monovolumen deportivo Altea, que constituye un "punto de inflexión" hacia una "nueva Seat" con una imagen más deportiva.
Seat pagó por tercer año consecutivo dividendos a Volkswagen, que ascendieron a 120 millones, frente a los 97 millones abonados en el ejercicio anterior. Asimismo, se benefició de nuevo de un crédito fiscal para no pagar impuestos. La rentabilidad sobre ventas se situó en un 2,4%.
La producción, es decir, el número de vehículos con marca Seat fabricados el año pasado ascendió a 460.000 unidades (un 2,1% más). Las ventas ascienden a un total de 460.151 unidades, lo que supone un nivel prácticamente igual al del año anterior.
En cuanto al consorcio germano-estadounidense DaimlerChrysler, cerró el pasado año con unos beneficios netos de tan sólo 400 millones de euros, comparado con los 4.700 millones de euros de 2002. El retroceso del dólar frente al euro se apunta como la principal causa.
Su presidente, Jürgen Schrempp ha admitido, en rueda de prensa, que los resultados no son satisfactorios y ha apostado por una mejoría de cara al 2004, siempre que se materialice la recuperación económica que debe impulsar la demanda mundial del sector.
Dentro del consorcio, el grupo Mercedes Group Car, que integra las marcas Smart y Maybach, tuvo unos beneficios operativos de 3.100 millones de euros, mientras Chrysler declaró unas pérdidas de explotación de 506 millones de euros. En esta última cifra están incluidos los costes de reestructuración de la marca de Detroit de 469 millones de euros y los efectos negativos desencadenados por la guerra de precios desatada en el mercado estadounidense, que induce a los fabricantes a hacer suculentos descuentos.
Schrempp ha pronosticado además que también las pérdidas de la compañía nipona Mitsubishi, otro socio problemático de DaimlerChrysler, serán mayores de lo previsto en el año fiscal nipón, lo que probablemente obligará a la casa matriz a inyectar capital para relanzar las finanzas de la marca, según los analistas. DaimlerChrysler, que tiene actualmente un 37% de Mitsubishi, ha puesto sus esperanzas en un plan operativo que se aplicará a partir de abril en la empresa japonesa.