Los trabajadores de Acerinox impiden el paso a directivos en el octavo día de huelga
Los trabajadores de la factoría de Acerinox en Los Barrios (Cádiz), que cumplían su primera semana de huelga, protagonizaron ayer un fuerte altercado con la Guardia Civil al impedir el paso de un grupo de directivos que pretendían acceder a la acería.
La calma volvió a primera hora de la tarde, después de que la empresa accediera a mantener un nuevo encuentro con los representantes de los trabajadores.
Según explicó a Efe el presidente del comité de empresa, José María Egeda, un autobús con un grupo de empleados fuera de convenio, directivos e ingenieros, trató de acceder por la mañana a la fábrica, por lo que los cerca de 300 empleados que permanecían concentrados frente al edificio les impidieron el paso.
La Guardia Civil, según Egeda, respondió con la retirada de barricadas y con 'una carga sobre los trabajadores, que han recibido maltrato'. Según el presidente del comité, 'la empresa quiso crear enfrentamientos, y esto se trata de una provocación, ya que se acordaron unos servicios mínimos que no incluían a estos trabajadores'.
Finalmente, a primera hora de la tarde, Egeda y el director de la factoría, José Luis Masi, alcanzaron un acuerdo para que los directivos abandonaran las instalaciones. Masi, tras consultar a la dirección de la empresa en Madrid, accedió a que los directivos abandonaran la acería y dejó abierta la posibilidad a un nuevo encuentro.
Tras la salida del autobús con el grupo, los trabajadores continuaron arrojando piedras y tornillos hasta romper los cristales de las ventanas, en un ambiente cada vez más radicalizado. Los 12 trabajadores que la Guardia Civil había retenido a primera hora de la mañana fueron puestos en libertad sin cargos en la misma factoría.
Los trabajadores de Acerinox iniciaron el pasado lunes una huelga indefinida porque la empresa prevé cancelar el programa de inversiones previsto para este año, presupuestado en 35 millones de euros, y realizar un proceso de reducción de plantilla y de deslocalización de instalaciones.
La dirección ha indicado que la huelga 'pone en peligro y compromete seriamente el futuro de la factoría en el Campo de Gibraltar'.