El déficit comercial en EE UU se dispara un 17% y marca otro récord en 2003
Tras dos días de llamamientos del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, para que Washington comprenda los riesgos de su déficit fiscal y comercial, el Gobierno ha hecho público hoy el dato de este último correspondiente a enero. La fortaleza de la economía, sobre la que el propio Greenspan basó su discurso ante el Congreso, absorbió un nivel de importaciones récord el año pasado, a pesar de la debilidad del dólar, mientras las exportaciones crecieron menos de lo previsto.
De este modo, la balanza comercial arrojó un déficit inesperado de 42.500 millones, en comparación con una media prevista por los analistas de 40.000 millones. En diciembre, el acumulado mensual empujó el balance de 2003 hasta un nivel insólito de 48.9400 millones, un 17% más que el año anterior. En el conjunto del año, las importaciones crecieron con más rapidez que las exportaciones, un 8,3% más frente a un incremento del 4,6%, ambas comporadas con el año precedente. En línea con lo estimado, los bienes provocaron el desequilibrio del comercio exterior, con un nuevo récord de 549.400 millones, mientras que los servicios mantuvieron un excedente, éste de 60.000 millones y el menor desde 1992.
Deterioro con varios socios
El informe del Departamento de Comercio permite, por otra parte, deducir que el déficit alcanzó máximos con numerosos socios, principalmente China, donde creció un 20,4%, hasta 124 millones, una cuarta parte del total. Con la UE, también se situó en máximos tras crecer un 14,6%, a 94 millones. El desequilibrio también fue sin precedentes con México, Canadá y Suramérica y Centroamérica.
El abultado agujero comercial ha hecho presión sobre el dólar, que a su vez tiene capacidad para activar la espiral inflacionista, especialmente porque se encarecen los productos importados por los consumidores estadounidenses. Volviendo al responsable de la política monetaria del otro lado del Atlántico, incidió el miércoles en que el declive del dólar ha sido "digerido" hasta la fecha por las compañías extranjeras.
La confianza de Michigan se derrumba y el euro roza máximos
El euro se ha beneficiado de la publicación de las cifras macroeconómicas en EEUU y llegó a marcar un máximo intradía en Fráncfort a 1,2880 dólares, al borde de su marca histórica de 1,2899 dólares. Se quedó con la miel en los labios por segundo día consecutivo y, mientras el BCE fijaba su cambio oficial en 1,2816, se moderaba al cierre en torno a los 1,282. Por si fuera poco, tal y como temían los operadores de los mercados de divisas, la confianza del consumidor estadounidense disminuyó pronunciadamente en febrero, mes que registra una mayor cautela de la población sobre la economía. El índice que elabora la Universidad de Michigan se ha derrumbado, contra todo pronóstico, a 93,1 este mes, desde la lectura final de enero de 103,8 cuando alcanzó su más alto nivel en más de tres años. Con estos datos, la moneda única podría tocar la semana entrante los 1,30.