Las purgas del Partido Popular Europeo
Parece que los representantes del Partido Popular Europeo (PPE) no quieren que los países del Este culminen una transición a la española, que olvide lealtades de políticos al antiguo régimen. El congreso del PPE, que comenzó ayer y hoy finaliza en Bruselas, estudia invitar a todas las formaciones políticas a vetar la carrera comunitaria de quienes militaron en el Partido Comunista en países del Este. A menos de tres meses del ingreso en la UE de ocho de los antiguos satélites de la URSS, y con las elecciones europeas de junio a la vista, la propuesta puede agriar una ampliación que se define como la reconciliación de Europa.
Algún país, como Estonia, ya ha designado como futuro comisario europeo a un antiguo comunista, y Gobiernos como el de Hungría se nutren en gran parte de antiguos camaradas. Si la medida, en aras de la igualdad de trato, se extrapola a los actuales socios comunitarios, insignes ex comunistas, como los españoles Josep Piqué o Pilar del Castillo, podrían ver abortado cualquier hipotético salto a la política europea.
Y las suspicacias pueden extenderse a otros regímenes: 'A nosotros no nos parece mal que los herederos del franquismo estén ahora en el Gobierno de España, porque eso quiere decir que se han democratizado', ironiza un representante húngaro del Partido Socialista en la Eurocámara.
José María Aznar llega hoy al Congreso del PPE tras su paso por otro Congreso, el de EE UU. Algo tendrá que decir.