Los atascos de Loyola de Palacio
La nieve impidió que la madrugadora Loyola de Palacio llegara ayer puntual a un desayuno con la prensa acreditada en Bruselas. 'Es comisaria de Transporte, no de atascos', disculpaba su entorno, ante la evidencia de unas calles impracticables tras una noche de incesante nevada. De Palacio, ya a cubierto, hizo balance de sus cuatro años en la Comisión Europea y de la agenda para este último ejercicio. 'Queda tajo importante todavía', afirmó degustando su habitual tostada con aceite. Sobre el futuro, sólo confiesa su deseo de volver a España y, aunque 'está claro que la política es mi opción vital', aseguró, por ahora sólo aspira a figurar simbólicamente en el último lugar en alguna lista electoral, una posición que siempre ocupa en la candidatura del PP para las elecciones locales de Irún.
No parece tener ministerios a la vista después de que su mentor Rodrigo Rato perdiera la carrera por la sucesión, y ni siquiera se plantea concurrir a las elecciones del Parlamento Europeo de junio. 'Ya las gané una vez como cabeza de lista' en 1999, recuerda.
Aunque no se sabe qué dirá la libreta de Mariano Rajoy, la carrera de la comisaria parece haberse atascado de momento en Bruselas y el fin de su mandato en noviembre abrirá un año sabático que no descarta dedicar en parte a la docencia. El Instituto Europeo de Florencia ya la ha invitado para el primer semestre de 2005. Asignatura: 'Liberalización de mercados públicos, en la que he trabajado estos años'.