Bonos con más riesgo
Los primeros síntomas de recuperación económica mundial, las expectativas de mejora de los beneficios y los saneamientos que han llevado a cabo las empresas han mejorado la solvencia del mundo empresarial e impulsado al alza con fuerza los precios de los bonos corporativos. Los diferenciales de los tipos de interés de estas emisiones frente a los de la deuda pública han caído hasta los niveles previos al estallido de la burbuja tecnológica, convirtiendo la inversión en renta fija privada en una de las mejores apuestas de 2003.
El año pasado los inversores apostaron con fuerza por estos activos, buscando rentabilidades más suculentas que las de la deuda pública, cuyos rendimientos, con los tipos de interés oficiales en mínimos, no superan la inflación. El bonista ha optado por asumir más riesgo a cambio de un potencial de rentabilidad mayor. Después de este rally, sin embargo, los analistas temen que el potencial sea ya limitado, aunque no auguran un ensanchamiento abrupto de los diferenciales. La Bolsa, en todo caso, parece por tanto el activo más atractivo de cara al presente ejercicio.