Iberdrola se mantiene firme a favor de Kioto ante Economía
Tal como estaba previsto, a la reunión convocada por Economía y la CEOE con el sector eléctrico para tratar sobre la directiva del comercio de emisiones y el plan de asignación de derechos acudieron los responsables de la patronal Unesa y directivos de las empresas. Concretamente, por Endesa y en representación de Fenosa, Cantábrico y Viesgo, acudió Pedro Larrea, y por Iberdrola, José Luis del Valle y José Luis San Pedro. Además se personaron también tres nuevos operadores: Electrabel, AES y la irlandesa ESB, propietarios de centrales de ciclo combinado.
Además de aportar todos los datos requeridos, el mensaje último del sector ante Economía fue que 'la directiva se debe cumplir', según un portavoz de Unesa, y que ha de hacerse 'un planteamiento realista que permita garantizar el suministro'. En definitiva, que se busque una solución 'para cada caso', según Unesa.
Sin embargo, otras fuentes cercanas a la reunión aseguran que las posiciones divergentes que mantienen las dos grandes del sector, que representan 'el 55% de los compromisos de la directiva', no se acercaron. Iberdrola se mantuvo a favor del cumplimiento de Kioto con una defensa firme de los ciclos combinados, a la que se sumaron los nuevos entrantes. Por su parte, Endesa defendió la creación de un pool en el sector para la compra de derechos.
Iberdrola aseguró ayer que su posición a favor de Kioto es anterior a la autorización de la titulización del déficit de tarifa, tal como aseguran algunas fuentes. En una reunión en la CEOE en mayo ya la expresó.
Peticiones del sector Una amplia horquilla
Para el periodo de 2005 a 2007 Endesa solicita derechos por un máximo de 290 millones de toneladas de emisión de CO2 anuales. Estas peticiones las mantienen Fenosa, Cantábrico y Viesgo. Para ese periodo, Iberdrola considera que el sector debe recibir 209 millones de toneladas cada año.Ya para el 2010, la primera eléctrica española calcula, y así se lo ha hecho saber a Economía, que las necesidades serán de un máximo de 100 millones de toneladas, mientras que Iberdrola las cuantifica por debajo, en 74 millones de toneladas como límite.En cualquier caso, las empresas plantean una horquilla con una cierta amplitud, ya que el margen de utilización de cada tecnología es variable según el año.