Alitalia deja a 18.000 viajeros en tierra por la huelga de su plantilla contra los despidos
Un total de 18.000 viajeros se quedaron ayer en tierra por la huelga de los empleados de la compañía aérea de bandera Alitalia, que tuvo que cancelar 364 vuelos, 182 nacionales, 168 internacionales y 14 intercontinentales.
El paro, que duró ocho horas, afectó a otros 64 vuelos de la compañía, que modificaron los horarios de salidas y llegadas.
Los empleados de Roma se concentraron en la sede central de Alitalia en la Vía de la Magliana, no muy lejos del aeropuerto de Fiumicino, desde donde partieron para el centro de la ciudad.
Más tarde se concentraron ante la sede del Ministerio de Economía para exigir la retirada del plan de reestructuración de la compañía, cuyo 62% del capital pertenece al Estado. La concentración de Roma se desarrolló sin incidentes, al igual que las realizadas en otras ciudades.
Los trabajadores de Alitalia protestan por el plan industrial para los años 2004-2008, que prevé 1.488 despidos y la transferencia de otros 1.212 empleos. En Nápoles, empleados de la empresa Atitech, del grupo Alitalia, se reunieron ante la sede del Gobierno regional para protestar por la intención de la compañía aérea de vender esta empresa a un grupo privado. Atitech se ocupa de la revisión y mantenimiento de los aviones de la flota.
Muchos viajeros optaron por cambiar la fecha de sus viajes o eligieron otra compañía para volar, como Air Europa, que une Roma con Madrid; Tarompara Bucarest, Delta Airlines para Atlanta y Nueva York y Air Malta, para Malta.
Alitalia pretende completar su reestructuración antes de ser privatizada y sumarse a la alianza de la francesa Air France y la holandesa KLM.
La compañía Alitalia dijo que el paro 'causa un injustificable daño a la empresa, en una fase en la que todavía cuesta trabajo ver señales de recuperación. Mientras que los sindicatos consideran el paro 'justo' y exigen a la empresa que dé garantías de que no se perderán puestos de trabajo. ' El plan de la empresa no tiene futuro', dijeron en el sindicato socialista UIL.
La aerolínea italiana registró el pasado año pérdidas por valor de más de 400 millones de euros.