El Supremo estudia hoy el recurso de De la Rosa contra su condena por el §caso KIO§
El Tribunal Supremo delibera hoy sobre los recursos de casación presentados contra la sentencia de la Audiencia Nacional, de diciembre de 2002, que condenó a cinco años y medio de cárcel al empresario Javier de la Rosa, y a dos años al diplomático Manuel Prado y Colón de Carvajal, por la operación Wardbase, primera pieza que se juzgó del caso KIO.
El ponente de la sentencia del Supremo será el magistrado Juan Saavedra, que ha rechazado la petición de las partes de celebrar una vista pública para que los abogados defiendan sus recursos.
La Sala examinará a puerta cerrada los recursos de De la Rosa, Prado y el tercer condenado por la Audiencia, el ex consejero delegado del grupo Torras Jorge Núñez Lasso de la Vega, a quien correspondió una pena de un año y medio de cárcel por un delito de falsedad documental. También recurrió la representación del Grupo Torras, que pretende que sean juzgados además varios imputados que no llegaron a sentarse en el banquillo de los acusados por decisión del tribunal.
Javier de la Rosa, ex vicepresidente de Torras, fue condenado por delitos de apropiación indebida y falsedad, y Manuel Prado, por el primero de ellos. El diplomático deberá además indemnizar con 12 millones de euros al Grupo Torras.
En esta pieza separada del caso KIO se investigó el pago a Prado y Colón de Carvajal de 1.900 millones de pesetas en 1992 procedentes del Grupo Torras. Según De la Rosa, el pago se realizó por orden de KIO, que quería retribuir a Prado por su supuesta intermediación entre los estados kuwaití y español tras la invasión de aquel país por Irak.
Sin embargo, la Audiencia Nacional determinó que, de ser cierta la versión de De la Rosa, "no se justificaría el enmascaramiento con un contrato simulado" entre Torras Papel y un lobby de presión -la sociedad pantalla Wardbase- para agilizar la construcción de una planta papelera en Bélgica. "Se evidencia que se trataba de ocultar a los máximos directivos de KIO el pago, lo que, unido a la falta de indicios de que hubiese sido dispuesto por otra persona que no fuese De la Rosa, lleva a desechar la verosimilitud de esa versión".