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José Antonio Marina

'Los empresarios van a remolque del desarrollo social'

El pensador advierte que sólo las empresas que contribuyan al bienestar social, es decir, que tengan un proyecto ético, sobrevivirán en el futuro.

Abandonó el baile y su idea inicial de ser coreógrafo por la filosofía. Nacido en Toledo en 1939, José Antonio Marina ha dejado a un lado su cátedra de Filosofía en el Instituto de La Cabrera, en la sierra madrileña, para asesorar a empresas en temas de relaciones de trabajo y sociales. Prepara, además, una revisión de su libro Creación económica, un trabajo en el que el pensador intenta demostrar que la prosperidad de las empresas, de los industriales que crean, contribuye decididamente a mejorar el mundo.

PREgunta. Los últimos escándalos financieros no parecen darle la razón...

respuesta. El optimismo que yo tengo no es optimismo en la clase empresarial como tal, sino en la capacidad creadora del individuo. Cuando uno hace balance de la situación actual no le queda más remedio que constatar que algunas cosas han ido mal, pero otras han ido muy bien. La prosperidad del mundo ha aumentado de manera gigantesca, con algunas sombras, desde luego, como el atentado clarísimo contra el medio ambiente, pero se ha producido un aumento de las rentas, una mejora en el nivel de vida de 2.000 millones de personas.

'Gas Natural se ha dirigido a mí para que le ayude a elaborar un proyecto ético'

'Las empresas deben imponer condiciones cuando invierten en un país en desarrollo'

'Zara es un ejemplo de cómo se puede ayudar a adecentar la economía del país'

P. Pero todavía hay muchos millones descolgados.

r. Como mínimo, 1.500 millones de personas. Pero eso es porque el sistema ha funcionado económicamente bien y éticamente mal.

P. Pero usted era un defensor entusiasta del modelo capitalista.

r. No, no; por eso en el libro distingo entre mecanismo de mercado y proyecto económico. Son dos cosas diferentes. Como mecanismo de mercado, de asignación de recursos y de organización del sistema productivo, no hay otro modelo mejor; pero debe integrarse dentro de un proyecto económico de carácter social. Le pondré como ejemplo las cajas de ahorros. Utilizan los mecanismos de mercado, pero dentro de un proyecto económico que no es capitalista. Esta es una excepción tan evidente dentro del mundo liberal que por eso todo el mundo se las quiere cargar.

P. Entonces, ¿el empresario es malo por naturaleza?

r. Los empresarios han colaborado, y mucho, a desarrollar y mejorar el mundo, pero siempre han ido a remolque. Han sido los movimientos sociales los que les han obligado a adoptar comportamientos éticos. ¿A qué empresa no le interesa que la oferta y la demanda laboral funcionen sin controles? Pero ahí está el contrato laboral, totalmente fuera de la teoría del contrato, que defiende la igualdad de las partes. Este acuerdo se pone del lado de la parte más débil, y eso es un logro social.

P. ¿A qué empresario español salvaría de la quema?

r. Destacaría un nombre, el de Tomás Pascual, y una empresa, Zara. Esta empresa es un caso muy peculiar de estudio por cómo está intentando colaborar al adecentamiento de la economía. No olvidemos que trabaja en un sector, el de la confección, que está lleno de industriales dispuestos a aprovechar el diferencial de precios de los países en vías de desarrollo para hacer dinero. Zara produce mayoritariamente en España y cuando va a Marruecos se pone en contacto con ONG que trabajan en la zona para que vigilen las condiciones laborales de las subcontratas. Tiene una especie de cláusula de seguridad laboral que me parece muy encomiable.

P. Pero la proliferación de códigos deontológicos, ¿no demuestra cierta argucia publicitaria?

r. Puede. Pero si el marketing pone su atención sobre ellos, significa que las empresas han percibido que eso es algo importante, que preocupa a la sociedad. En cualquier caso, no se puede confundir nunca el código de buenas prácticas con el proyecto ético, y de hecho ya hay varias empresas españolas que se han dirigido a mí para preguntarme qué pueden hacer para embarcarse en esta nueva aventura.

P. ¿Podría dar nombres?

r. La Confederación de Cajas de Ahorros, Gas Natural y una cadena de supermercados cuyo nombre no puedo desvelar.

P. ¿Y cree que una empresa como Gas Natural puede asumir un compromiso de la envergadura de un proyecto ético?

r. Vamos a ver por dónde quiere ir. Gas Natural trabaja en uno de esos sectores donde casi resulta imprescindible que se involucre en un gran proyecto ético. Primero, es una multinacional; segundo, trabaja en un campo conflictivo, la energía; y tercero, tiene la obligación de hacer que se respeten los derechos fundamentales en aquellos países donde trabaja. No olvides que en el año 2000 el secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió a las grandes empresas que se convirtieran en valedoras de los derechos humanos. Las empresas pueden y deben imponer condiciones cuando deciden invertir en ciertos países.

Un filósofo convertido en mecenas social

Marina recibe siempre en el salón de su casa, un viejo pero confortable chalé situado en la lujosa urbanización madrileña de La Moraleja. Junto a los recuerdos, los muebles antiguos y las obras completas de Marañón y Ortega, Marina ha colocado delicadas orquídeas.Reputado horticultor durante sus años de catedrático de instituto, está especialmente orgulloso de su huerto, pero sobre todo de haber inventado una nueva variedad de berza.Los libros, las conferencias y los viajes le han obligado a abandonar la producción floral y las clases docentes. Pero no su estilo y maneras de profesor.æscaron;ltimamente le ronda una nueva idea: crear un banco de datos de proyectos sociales. Quiere 'explotar la generosidad de las empresa'. Está dispuesto a financiarlo de su bolsillo y pide colaboración a los jóvenes economistas. Este es su e-mail: creacion. social@inventiasl.com

MODELO: 'El talento sólo florece con la ayuda del Estado'

Las empresas necesitan talentos para hacerse grandes y éstos sólo florecen cuando tienen detrás un Estado promotor. Es la tesis de Marina, que critica abiertamente la España de la 'sopa boba y la mangancia a la que vamos' y el liberalismo de Gobierno y oposición.El PP defiende un sistema basado en la competencia del mercado, y el PSOE, un sistema de protección social, ¿con qué opción se queda?El PP está glorificando constantemente la iniciativa privada y el empequeñecimiento del Estado y el PSOE está dando unos mensajes muy confusos, de manera que no se sabe lo que quiere. Pero cuando escarbas un poquito te das cuenta que tanto el PP como el PSOE opinan que una economía social es una economía poco eficaz.Entonces a estos dos partidos les separa menos de lo que les une.Si, sí, desde luego. Tanto los economistas del PSOE como los del PP creen que el modelo de competencia anglosajón es la única salida y que subrayar los problemas sociales disminuye la eficacia del sistema económico y perjudica el desarrollo. Es el esquema del pensamiento único que se enseña en las universidades.Qué opina de la teoría de Milton Friedman que dice que la responsabilidad social de toda empresa consiste en incrementar su beneficio.Hay que desmontar este argumento. El caso de Finlandia es esclarecedor. Le voy a contar un chiste que me contó Zubiri: un tipo está haciendo aguas menores en una esquina, y llega un guardia y le dice: 'Oiga, usted, que no puede hacer eso', y el tipo le contesta: 'Pues estoy pudiendo'.

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