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Elecciones

El mercado no tiene miedo a las urnas

El próximo 14 de marzo hay elecciones generales en España. Los partidos políticos ya han abierto la veda y, a pesar de estar aún en precampaña, lanzan propuestas casi todos los días. Los inversores estudian las promesas para intentar anticipar de qué manera pueden afectar éstas a las compañías cotizadas. En líneas generales, sin embargo, los analistas creen que los próximos comicios tendrán un impacto limitado en la Bolsa debido a que el resultado más probable sería claro a favor del Partido Popular (PP).

'A día de hoy, tal y como señalan las encuestas, lo más probable es que no haya cambios en el poder. El único aspecto por resolver es si el PP gobernará o no con mayoría absoluta', señala Juan Cueto, responsable de análisis de Ibersecurities. 'Como no hay muchas dudas sobre el resultado, creemos que las elecciones no van a tener una repercusión significativa en el mercado. Otra cosa sería que las cosas se fuesen igualando, lo que traería consigo un aumento de la volatilidad por las incertidumbres que se podrían plantear', añade Cueto.

Los últimos periodos electorales han transcurrido con normalidad desde el plano bursátil, salvo en 1996. Ese año las encuestas apuntaban a un triunfo holgado de los populares. En el mes previo a las elecciones, la Bolsa subió casi un 7%, alentada por el probable cambio político. Sin embargo, las previsiones fallaron. Las urnas obligaron a José María Aznar a buscar alianzas y el Ibex 35 cayó el 4 de marzo, el día siguiente a los comicios, un 5,2%, lo que supuso entonces el segundo peor resultado en la historia del mercado español. El selectivo retrocedió en la primera semana de Gobierno del PP un 4,1%. No obstante, el pacto con CiU devolvió la estabilidad necesaria y la Bolsa subió un 31,5% hasta final de año.

El continuismo de Rajoy compensaría un adiós de Rato. El PSOE ha centrado su mensaje con su plan fiscal

'Este ejemplo indica que lo que más les gusta a los mercados financieros es la estabilidad, las mayorías absolutas, es decir, la ausencia de incertidumbres', explica Alicia Jiménez, analista de Self Trade. 'Por ello, lo que más agradecería la Bolsa española sería una nueva victoria del PP por mayoría', agrega.

Para Jiménez, las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo mes de noviembre tendrán un mayor impacto en la Bolsa española que la convocatoria de marzo: 'De aquí a las elecciones de EE UU, los mercados van a estar bailando al son marcado por las propuestas que Bush haga en materia económica y exterior para ganarse la reelección. El Ibex 35 va a ser más sensible, salvo imprevistos, a lo que pase al otro lado del Atlántico que, por ejemplo, de las propuestas fiscales del PSOE'.

Aunque el programa económico del PSOE se ve ahora más centrado, y ha recibido elogios en medios económicos y financieros, los analistas creen que el mercado prefiere todavía que la derecha ocupe el poder. Una eventual coalición de izquierdas sería considerada poco amistosa para el mercado. 'Las Bolsas se han alineado históricamente con los partidos conservadores por sus políticas de corte más liberal', explica Álvaro Arístegui, analista de Bestinver, 'y este año no va a ser una excepción'.

Aparte de si el PP gobernará solo o con alianzas, la única duda que albergan los expertos es el nombre de la persona que ocupará la cartera de Economía, puesto que Rodrigo Rato aún no ha desvelado si seguirá en el cargo. Sin embargo, tampoco ven que un cambio al frente del Ministerio vaya a tener un efecto negativo. 'Aunque Rato no continúe, no se esperan grandes cambios en las líneas de política económica del PP. Por ello el nombre del hipotético sustituto no debe inquietar al mercado', apunta Cueto.

Diferentes escenarios

Las casas de Bolsa parecen tener las cosas claras en cuanto al resultado electoral. Sin embargo, en sus informes no renuncian a hacer ejercicios de política ficción, planteando los diferentes escenarios que podrían deparar las urnas.

'¿Qué pasa si gana el PP?', se cuestionan desde Espírito Santo en su informe de estrategia para 2004. 'No deberíamos esperar grandes cambios', responden. En su opinión, un Gobierno de Rajoy se seguiría centrando en el equilibrio presupuestario, rebajas graduales de impuestos y en la lucha contra el desempleo. 'En inversión, la mayor parte del gasto iría a infraestructuras e investigación y desarrollo', señalan estos analistas. Por otra parte, Espírito Santo no prevé cambios en la dirección de las compañías privatizadas aunque Rato decidiera no continuar en el cargo. 'En los sectores regulados tampoco esperaríamos grandes cambios. En telecomunicaciones la apertura del mercado de telefonía fija se desarrollaría de forma gradual, y en el sector energético la mayor divergencia con las compañías vendría por la aplicación del protocolo de Kioto'.

Y si ganaran los socialistas, ¿qué valores se verían más afectados? 'Una de las preocupaciones del PSOE ha sido la falta de desregulación de algunos de los sectores privatizados', señalan los expertos de Espírito Santo, quienes advierten que José Luis Rodríguez Zapatero ha recordado en más de una ocasión que las tarifas telefónicas en España están entre las más altas de Europa.

'Con un Gobierno socialista Las eléctricas se enfrentarían a algunos problemas para que se aprobara un incremento anual de las tarifas del 1,4%. Además, el PSOE también sería más influenciable por los grupos ecologistas para aplicar a rajatabla el protocolo de Kioto'. Otra sociedad de Bolsa que se han planteado los diferentes escenarios poselectorales es Urquijo Bolsa, para la que no va a haber una alteración sustancial del mapa político, 'por lo que el impacto sobre el mercado debería ser neutral'. Desde Urquijo explican que Rajoy ha prometido una política continuista, particularmente en el terreno económico, lo que 'es un buen aval para los mercados'.

Recelo a un pacto de izquierdas

En el caso de que el PSOE ganara, los analistas de Urquijo creen que es una buena noticia para los mercados el hecho de que este partido haya modificado su programa económico hacia políticas más liberales y ortodoxas. 'El peor escenario para la Bolsa sería una victoria corta del PSOE, que les obligara a hacer concesiones a los comunistas y a los partidos nacionalistas', comentan. Al margen de quién gane, las elecciones podrían tener, según Urquijo Bolsa, dos consecuencias para el mercado español. En primer lugar, la aceleración del proceso de concesión de grandes obras de infraestructuras antes de los comicios, 'lo que beneficiaría al sector de la construcción'. En segundo término, las elecciones podrían traer cambios en la presidencia de alguna de las grandes compañías privatizadas (Telefónica, BBVA, Repsol YPF, Endesa, Altadis, Iberia), 'lo que podría generar cierta volatilidad después de la jornada electoral'. Álvaro Arístegui, de Bestinver, señala que el hecho de que se puedan producir cambios en la dirección de las compañías privatizadas o en aquellas controladas por las cajas de ahorros puede llevar a sus actuales gestores a tomar decisiones antes de las elecciones relacionadas con movimientos corporativos. Arístegui también recuerda que en la campaña los partidos suelen anunciar medidas 'populistas' como la congelación de tarifas, 'que podrían penalizar a determinados valores'.

La economía, Bush y la teoría del ciclo presidencial

Superados los principales escollos en Irak, el presidente de EE UU, George Bush, se juega la reelección en las elecciones del próximo mes de noviembre con la evolución económica. æpermil;l o sus colaboradores ya están sobre aviso. 'Es la economía, estúpido', fue el eslogan utilizado por Bill Clinton para ganar las elecciones a su padre, vencedor como él de una guerra.Los analistas consideran que las urgencias del presidente estadounidense para que la economía, como mínimo, no se le vuelva en contra pueden llevarle a adoptar nuevas medidas que a su vez podrían tener su efecto en la Bolsa.'Esto no es una novedad. De hecho es bien conocida en EE UU la denominada teoría del ciclo presidencial', recuerda el servicio de estudios de Caja Madrid. Según ésta, de los cuatro años de legislatura, el primero y el segundo se caracterizan por la adopción de medidas económicas más estructurales y favorables al crecimiento a largo plazo, aunque sean poco populares, mientras que el tercer y cuarto año recogen los efectos de los dos primeros, además de teñirse con frecuencia de medidas económicas más electoralistas.Si se lleva esta teoría al escenario bursátil, se llega a la conclusión de que el tercer y cuarto año de mandato son más positivos para el mercado. 'Si hacemos una revisión del S&P 500 desde 1929, lo que comprende 18 ciclos presidenciales, los dos últimos ejercicios de cada mandato han sido mejor que los dos primeros en 11 ocasiones', explican desde Caja Madrid. Además, las subidas medias han sido del 2,9% en el primer año, del 3,5% en el segundo, del 13,9% en el tercero y del 7,3% en el cuarto.'Esta teoría, no exenta de un cierto fundamento vinculado a la relación entre política y economía, así como con un relativo respaldo empírico, puede ser conveniente tenerla en cuenta sin prescindir de las convenientes cautelas', señalan estos expertos. De momento, la teoría se cumple con el mandato de Bush. El S&P 500 cayó un 13% y un 23% en sus dos primeros ejercicios como presidente, mientras que el año pasado subió un 26% y en este la revalorización que acumula es del 2,25%.'En términos de políticas específicas que puedan afectar a los inversores, creemos que de cara a las elecciones de noviembre, en las que no sólo se elige presidente, sino también a un tercio del Senado y a toda la Cámara de Representantes, es más que probable que los republicanos intenten llevar a la práctica algunos de los proyectos que quedaron por resolver en 2003', señalan desde Smith Barney. Entre los puntos por resolver, señala los litigios por el uso de asbesto en la construcción, la reforma médica, la tarifa energética y nuevos recortes fiscales.Las elecciones también pueden condicionar la política monetaria en EE UU. 'Lo lógico es que la Reserva Federal adopte un sesgo neutral en los dos o tres meses anteriores a los comicios para no interferir en la campaña, por lo que creemos que la autoridad monetaria tendrá hasta verano para aplicar subidas de tipos', señalan en Urquijo.consecuenciasLos analistas creen que las elecciones condicionarán la política económica del Gobierno de EE UU, así como el calendario de la Reserva Federal para subir tipos.

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