Algo más que pólizas de vida
Los últimos datos publicados por Unespa, la patronal de las aseguradoras, reflejan que en España existen más de 24 millones de personas que han suscrito un seguro de vida.
Los seguros de vida que comercializan la entidades financieras rara vez son seguros puros. Además de la cobertura en caso de fallecimiento, incluyen coberturas optativas como la invalidez absoluta y permanente o la enfermedad grave.
Existen varias modalidades de seguro de vida, entre las que destacan principalmente dos grandes grupos: los seguros de riesgo y los seguros de ahorro. Los primeros tienen como objetivo cubrir las necesidades del beneficiario del seguro en caso del fallecimiento del asegurado. Los segundos tratan de compensar las rentas del asegurado cuando se produce, por ejemplo, la jubilación.
'El 65% de los asegurados de vida en España lo son en productos que les dan cobertura económica por fallecimiento', explican en Unespa.
En lo que se refiere al seguro de vida de riesgo, las entidades financieras disponen de una amplia oferta con productos muy similares en sus coberturas. 'Los seguros para caso de muerte cubren el fallecimiento por cualquier causa, es decir, tanto si el asegurado muere por enfermedad como por accidente', explican en la página de Internet de Unespa.
Los seguros que se ofertan en estos momentos incluyen garantías opcionales por fallecimiento por accidente, en los que el beneficiario del mismo recibe entre el doble y el triple del capital asegurado. En caso de muerte por accidente de tráfico -garantía que también es opcional- el capital llega en algunos casos a multiplicarse por cuatro.
La práctica totalidad de los seguros de vida incluye asimismo la cobertura de descubierto en cuenta corriente y en tarjetas de crédito si fallece el tomador del seguro. Esta garantía, además, no suele acarrear costes para el asegurado, lo que no sucede con las otras garantías adicionales. Esta cobertura, en todo caso, no es ilimitada sino que tiene un máximo que oscila entre los 3.000 y los 4.000 euros.
A la hora de elegir un seguro de vida, el cliente puede optar bien por un seguro temporal o permanente. En el primer caso, las primas que paga el tomador son menores, pero la cobertura se extiende tan sólo hasta una edad determinada, entre los 65 y los 70 años. Los seguros permanentes están en vigor a lo largo de toda la vida.
Un seguro temporal para una persona de unos 30 años que cubra unos 30.000 euros de capital puede costar entre los 50 y los 60 euros anuales. Si el seguro incluye garantías como la de fallecimiento por accidente e invalidez permanente, la prima se eleva hasta los 100 o 125 euros anuales.
La enfermedad o la invalidez permanente son otras garantías que cubren los seguros de vida
El suicidio se cubre después de un año
Las pólizas de vida de fallecimiento excluyen el suicidio durante el primer año de vida de la misma, pero lo cubren si tiene lugar a partir de 12 meses transcurridos desde que se firmó la póliza. Aunque puede parecer descabellado, no lo es tanto. 'Las pólizas de vida excluyen el suicidio durante el primer año de contratación', explican en Seguros Broker. 'Aun cuando son famosos los casos habidos, el legislador ha estimado que es improbable que una persona contrate un seguro con ánimo de suicidarse un año después y, si ésa ha sido su intención, que lo cumpla'.Los seguros de vida para casos de muerte (no para supervivencia, como los de jubilación), cubren el fallecimiento del asegurado en todos los casos salvo en tres supuestos. El primero de ellos es el suicidio antes de pasar un año desde la firma de la póliza. El segundo supuesto tiene lugar cuando el beneficiario del seguro causa la muerte del asegurado de manera intencionada.Finalmente, el seguro tampoco cubre el fallecimiento del asegurado cuando éste se produce durante una guerra u otra circunstancia extraordinaria. 'En este caso es el Gobierno el que decide sobre la cobertura', explican en Unespa, la patronal del sector.