Bruselas pide autorización a la OMC para imponer represalias comerciales a EE UU
La Unión Europea lanzó ayer un nuevo ataque contra Estados Unidos para librar una de las batallas comerciales que mantiene enfrentados a los dos bloques. Bruselas pidió a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que le autorice a imponer sanciones contra los productos estadounidenses en represalia por no haber retirado una ley considerada ilegal por el organismo internacional.
La llamada Enmienda Byrd, en honor al senador americano que la defendió, contempla el reparto de ciertos impuestos cobrados a las empresas extranjeras para evitar el antidumping entre las compañías estadounidenses que se consideran afectadas.
La OMC consideró ilegal esta legislación en enero de 2003 y el pasado 27 de diciembre expiró el plazo para que EE UU retirara la enmienda.
La UE no ha acudido sola a la OMC. Brasil, Canadá, Chile, India, Japón, Corea y México también han solicitado la aplicación de sanciones. Australia, Tailandia e Indonesia, que se sumaron a ese bloque para hacer la denuncia, no pedirán de momento represalias.
La cuantía de las sanciones está aún por determinar. La UE propone que 'el impuesto esté ligado a los desembolsos hechos a los productores estadounidenses bajo esta enmienda el año anterior'. Bruselas estima que en 2001 se repartieron 231 millones de dólares y en 2002, un total de 330 millones de dólares. Aunque los detalles aún no están disponibles, la cuantía distribuida desde octubre de 2003 se cuantifica en 240 millones de dólares.
Las empresas estadounidenses más beneficiadas fueron las de los sectores del acero y otros metales, artículos del hogar y alimentos, sobre todo pasta.
El órgano de solución de diferencias estudiará el caso el 26 de enero y se prevé que establezca un panel de arbitraje que, en un plazo de 60 días, dará su dictamen.
La aplicación de las sanciones aún queda lejos y la iniciativa de ayer está más encaminada a 'mandar una señal', como ha declarado a este periódico la portavoz de Comercio de la UE, Arancha González.
La retirada de la Enmienda Byrd está en manos del Congreso, que no retomará la actividad hasta febrero. La Comisión confía en que las amenazas surtan su efecto, al igual que sucedió con el conflicto de los aranceles al acero, que Washington tuvo que retirar.