Los fondos vinculados a mercados emergentes, estrellas del año pasado
Si alguna zona del mundo se puede decir que está en ebullición económica, esa es China y el sudeste asiático. Hace ya unos meses que las autoridades tailandesas, por ejemplo, tuvieron que tomar medidas para poner freno a la especulación desatada en todos los frentes, y particularmente en la Bolsa y el sector inmobiliario. Eso no ha sido óbice para que los fondos que en promedio han conseguido una mayor revalorización en el año hayan sido los que invierten en la Bolsa de Tailandia: casi un 90%.
Tailandia es en estos momentos el modelo que todos los países de la zona quieren imitar. Un modelo de crecimiento que a largo plazo, según se ha demostrado tantas veces, genera exceso de capacidad en las diferentes industrias, con la consiguiente crisis económica y financiera que, posteriormente, termina por destruir una parte del capital. Todos los países de la zona conocen las consecuencias de semejantes crisis, pues ya las vivieron en 1997, cuando el FMI tuvo que acudir al rescate de sus economías; por cierto, después de haber alentado el modelo.
Lo cierto es que las Bolsas de estos países viven un fuerte impulso que las hace subir por cualquier motivo. Y, aunque algunas se han tomado un respiro con el comienzo de año; otras, como la de Malaisia, han subido por la simple especulación de que se van a convocar elecciones.
Lo cierto es que la zona está de nuevo en total efervescencia. Uno de los muchas manifestaciones de lo que está ocurriendo es el elevado número de salidas a Bolsa que se han producido durante 2003 y que no da síntomas de que vaya a remitir a lo largo de 2004.
Y por supuesto, China, que se ha convertido casi de súbito (pues ha sido en 2003 cuando se le ha comenzado a dar un importante peso mediático) en uno de los pesos pesados de la economía mundial. Ya todo el mundo está pendiente de si el Gobierno chino capitaliza dos o más bancos, o de si toma otras medidas para rescatar a un sistema bancario que parece estar en quiebra (el coste de la reparación se supone que asciende a unos 500.000 millones de dólares). También se ha convertido en moneda corriente el peligro que representaría el que el Banco Central chino decidiera suspender la compra de bonos del Tesoro norteamericano, o los problemas que para el futuro de la inflación representa la importación masiva de materias primas por parte de China que no sólo ha provocado en 2003 una fuerte subida de los precios de éstas, sino, en algunos casos, problemas de escasez de suministro.
En los cuadros adjuntos se muestran los fondos que invierten en países emergentes y que han obtenido una mayor rentabilidad acumulada en los últimos tres años, así como los que cargan las comisiones más altas y más bajas. En el plazo de tres años, los fondos que invierten en Europa del Este llevan la delantera en rentabilidad. Sin embargo, ya hay un fondo del HSBC que invierte en China y está colocado en cuarta posición.