Los precios de las gasolinas

Cuando todavía resuenan los ecos de las sorprendentes palabras del secretario de Estado de Energía a mediados de diciembre, acusando a las compañías petroleras españolas de realizar políticas de precios 'irresponsables', comienzan a conocerse las cifras de cómo han terminado el año los combustibles.

Contra todo pronóstico, en 2003 los carburantes se abarataron de media un 4%, un dato llamativo teniendo en cuenta que ha mediado la guerra en Irak. Buena parte de esa rebaja ha estado motivada por los abultados recortes en el precio del crudo, que en diciembre era un 20% más barato que un año antes, y por las cotizaciones internacionales de los combustibles, cuya disminución alcanzó el 13%. La guinda a esta favorable evolución de los costes energéticos hay que atribuírsela al euro, cuya revalorización frente al dólar ha amortiguado sensiblemente la factura energética.

Con todos estos datos sobre la mesa, las compañías se quejan, en la línea habitual, de que su sector es muy transparente y por eso es fácil arremeter contra ellas, incluso desde la Administración, tal y como hizo José Folgado. Pero el último enfrentamiento protagonizado por las petroleras y el Ejecutivo pone en entredicho esa transparencia. Cuando el secretario de Estado hizo público su desacuerdo por la incoherencia de las políticas comerciales de las compañías españolas frente a lo que estaba ocurriendo en Europa era con cifras facilitadas por las propias empresas, que luego el Ministerio de Economía publica en su página web. Sin embargo, las operadoras denunciaron que se estaban utilizando datos incorrectos que nada tenían que ver con los que el Ejecutivo español envía al Boletín Petrolero de la UE. O alguien se confunde o no se ha dicho en público todo lo que se sabe.