El desastroso plan energético de América
Uno de los factores que la Administración Bush tuvo en cuenta para atacar y ocupar Irak, y una de las visiones a largo plazo del vicepresidente Richard Cheney, fue que el poder estaba amenazado por la potencial pérdida de control sobre el petróleo de Oriente Próximo (...). Este año EE UU habrá importado cerca de 11 millones de barriles al día y se prevé un incremento de hasta 20 millones en 2025 (...). Las ventajas en costes del petróleo sobre petróleo sintético han desaparecido, probablemente, al reconocer que EE UU está pagando una fortuna en finanzas y sangre por el petróleo de Oriente Próximo, no incluidas en el precio del barril (...). La visión de Cheney se debe sustituir por estrategia internacional de cooperación para economizar la demanda de petróleo y el desarrollo de energías alternativas que sean eficientes desde el punto de vista de los costes y acordes con el medio ambiente. (...). La estrategia de Cheney es inocente tecnológicamente y políticamente desastrosa. Y aun así se ha convertido en la estrategia del país más poderoso del mundo.
La conversión de Gadafi
Ahora sabemos por qué Bush quería continuar con el intento de Muamar Gadafi de comprar a las víctimas de su pasado terrorista (...). Con la captura de Sadam y las concesiones de Gadafi, han sido unos buenos 10 días para la política militar y las soluciones diplomáticas de Bush para resolver la guerra contra el terrorismo. Ahora es momento de abandonarla.