La comida musulmana busca hueco en el híper
El Instituto Islámico de España ha decidido llamar a las puertas de las grandes superficies de alimentación. El objetivo, según la directora del instituto, Isabel Romero, es lograr que los alimentos considerados aptos para el consumo de la comunidad musulmana puedan estar debidamente identificados en las estanterías de las grandes superficies en España. Para ello, el Instituto Islámico ha entrado en contacto con las principales compañías de distribución. Estos encuentros se plasmarán en negociaciones a partir de los próximos meses de enero y febrero.
La idea es que los hipermercados hagan un hueco en sus estanterías a los alimentos producidos por empresas de acuerdo con las normas de aptitud para el consumo musulmán. Estos alimentos portan ya un sello del Instituto Islámico denominado sello halal (que significa apto o bueno en árabe). Un total de 20 compañías agroalimentarias españolas tienen productos halal y portan, por tanto, el sello del Instituto Islámico. De ellas, ocho son andaluzas. Romero indica que ha logrado cerrar citas con las grandes superficies situadas en lugares estratégicos por su fuerte presencia de musulmanes como la Costa del Sol, Granada, Moguer (cuna de la fresa, en Huelva), El Ejido (en Almería, lleno de temporeros marroquíes), Córdoba, Algeciras o Sevilla.
Según Romero, los alimentos halal persiguen también un mercado formado por personas de salud débil que deban estar seguras de que comen alimentos sanos, 'ya que la dieta halal no sólo es religiosa, sino saludable'.
Cordero
Incluso pruebas de ADN pueden ser necesarias para que el Instituto Islámico certifique un producto como apto o recomendable para el consumo de los musulmanes. Hasta la matanza de un cordero tiene su rito. El animal debe mirar preferentemente hacia La Meca en el momento del sacrificio y debe darle muerte un musulmán de forma prioritaria, pero en su defecto puede hacerlo cualquier otro creyente monoteísta.