Los nuevos miembros recibirán 22.000 millones hasta 2006
El comisario europeo de Política Regional, Michael Barnier, aprovechó ayer la conclusión de las negociaciones con los futuros miembros de la UE sobre el reparto de fondos comunitarios para hacer una encendida defensa de la solidaridad presupuestaria entre los socios ricos y pobres. 'Pienso que el éxito de la ampliación depende de la política de cohesión', afirmó tajante el comisario al anunciar que los 10 nuevos miembros recibirán 22.000 millones de euros desde su ingreso el 1 de mayo de 2004 hasta finales de 2006.
'Parece difícil de aceptar que en enero de 2007 tendrá que haber menos gasto que en diciembre de 2006', indicó Barnier en relación con el deseo de seis de los principales contribuyentes de la UE de congelar el Presupuesto comunitario.
La presencia del presidente francés Jacques Chirac entre los seis firmantes de la carta ha dejado en una incómoda posición a Barnier, también francés y de la misma filiación política que el actual gobierno conservador de París.
El comisario confía en que los argumentos a favor de la política de cohesión puedan contrarrestar las peticiones de rigor presupuestario: 'Estamos al comienzo de un proceso que va a durar dos años. (...) La política de cohesión va estar en el corazón del debate político y presupuestario durante los próximos meses. Barnier advierte ya a los partidarios del recorte que 'no superaremos la situación de débil crecimiento sin cohesión territorial'.
El comisario considera prematuro indicar el impacto de ese recorte en la futura política regional, aunque su departamento adelanta que 'con el 1% no se puede financiar todo lo que quiere hacer la UE'.
Polonia encabeza, como era previsible, la percepción de fondos entre los 10 nuevos miembros. De los 22.000 millones de euros previstos para los próximos tres ejercicios, a Varsovia le corresponden 12.455 millones entre partidas de fondos estructurales (empresas, capital humano, infraestructura, desarrollo regional y rural) y del Fondo de Cohesión (medio ambiente y transporte). Hungría aparece en segundo lugar con 3.095 millones en total.
Además, Barnier se mostró a favor de establecer algún tipo de impuesto a los ciudadanos de la UE, que permita 'construir el presupuesto comunitario mediante recursos propios más directos que sustituirían a las contribuciones nacionales'.