CiU descarta participar en el Gobierno central pero no auxiliar al PP en Madrid
Los órganos de gobierno de CiU han analizado internamente los posibles escenarios que se abren para la coalición en Madrid después de las elecciones generales de marzo, una vez que el pacto del PSC-ERC-IC va a dejarle fuera de la Generalitat. Una decisión ya está tomada: no hay posibilidad alguna de que los nacionalistas catalanes participen en el Gobierno central. Es más, una invitación en este sentido por parte del candidato del PP, Mariano Rajoy, 'sería considerada un insulto', dijeron a este periódico fuentes autorizadas de la dirección de Convergència.
De esta premisa no se desmarcará ni siquiera Unió Democrática, el partido democristiano más próximo al proyecto del Partido Popular. Para que quede clara esta posición, su presidente, Josep Antoni Duran Lleida, ha zanjado esta cuestión a su manera: 'No apoyaremos ni la investidura de Rajoy ni la de Zapatero'.
Duran será el jefe de filas de CiU en Madrid a partir de marzo, en sustitución de Xavier Trias. En Convergència se teme que su decantación favorable al PP se deje notar, aunque desde este partido también se quieren dejar las puertas abiertas a una colaboración puntual con Rajoy en caso de que no obtenga la mayoría absoluta.
Este apuntalamiento parlamentario al PP se canalizaría mediante el apoyo a aquellas iniciativas económicas que redunden en beneficio de Cataluña y puedan ser rentabilizadas por CiU como contraposición al previsible enfrentamiento entre el Gabinete presidido por Pasqual Maragall y el que pudiera formar Rajoy a partir de marzo. Esta estrategia de CiU se vería amortiguada, en cualquier caso, por la aspiración del ex ministro Josep Piqué a convertirse, desde la presidencia del PP regional, en el principal interlocutor del empresariado catalán ante el Gobierno central.
Con Zapatero, nada
En los análisis efectuados internamente por CiU se conceden al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, escasas posibilidades de ganar las elecciones de marzo y, por tanto, de llegar a La Moncloa, ni siquiera a través de acuerdos con grupos nacionalistas. CiU y Coalición Canaria tienen prácticamente descartado facilitar el acceso de Zapatero al Gobierno central si ello requiere participar en pactos con fuerzas políticas del perfil del Partido Nacionalista Vasco o Esquerra Republicana. Los canarios están en condiciones de revalidar sus cuatro diputados y Esquerra podría alcanzar incluso los seis en el caso de que obtuviera en marzo el mismo apoyo logrado en las pasadas elecciones autonómicas del 16 de noviembre.
'Nuestras relaciones con el PSOE son, incluso, peores que con el PP', reconocen fuentes de CiU. Y añaden: 'En la presente legislatura nos ha despreciado y ahora la negativa expresa del PSC a formar un Gobierno conjunto en Cataluña haría muy difícil, por no decir imposible, la colaboración con Zapatero en Madrid'.
Cualquier movimiento que haga CiU en Madrid se guiará desde una prioridad evidente como es la de recuperar electoralmente en Cataluña el espacio que le ha arrebatado Esquerra Republicana, gracias a una estrategia muy medida de equidistancia respecto a la gestión de Jordi Pujol y a la oposición practicada por Pasqual Maragall desde que el PSC quedó a las puertas de la Generalitat en las elecciones autonómicas de 1999.
Dirigentes de CiU reconocen que recuperar el terreno perdido no va a ser fácil sin el poderoso resorte de la Generalitat, sobre todo teniendo en cuenta que la coalición tiene que resolver primero los problemas de falta de cohesión que pueden aparecer vinculados al desalojo de la Generalitat y digerir el abandono, de golpe, de la red clientelar que ha tejido durante 23 años ininterrumpidos de gobierno.
Compás de espera
Lo previsible, según las fuentes consultadas, es que se imponga en los próximos meses un cierre de filas en torno al liderazgo, aun sin consolidar, de Artur Mas, en una especie de compás de espera hasta las elecciones de marzo.
Los primeros síntomas de malestar han aparecido en CiU en forma de crítica a quienes han conducido la negociación fallida con ERC para formar Gobierno.
'Una invitación de Rajoy a entrar en su Gabinete sería un insulto'
Principales ofertas del tripartito Economía Financiación Trabajo Autogobierno
La Ley de cajas no es prioritaria, según se desprende del acuerdo. De esta forma, el PSC ha matizado una de las peticiones programáticas de ERC de cambiar el actual marco legal.La intención es igualar la proporción de vías rápidas gratuitas con las de peaje, siguiendo el modelo del resto de España. El Gobierno central asumirá las subidas del IVA.El nuevo sistema supondría unos 6.000 millones de euros más para Cataluña, bajo el concepto de pagar por renta y recibir por población. Las negociaciones con el Gobierno central se iniciarán a través de la Comisión Mixta de Valoraciones.La agencia tributaria reclamada sería la encargada de recaudar los impuestos propios, cedidos y compartidos.El ejecutivo catalán impulsará, un amplio acuerdo con los agentes sociales para reducir la temporalidad en la contratación. Queda pendiente el traspaso de recursos para la Inspección laboral.comercio. El pacto entre el PSC, ERC e ICV prevé recuperar el horario de aperturas de los establecimientos de 72 horas semanales y 8 festivos al año.La reforma del estatuto tendría que estar lista en la primavera de 2005. En caso de que las Cortes la rechazaran, el Gobierno autónomo tiene previsto consultar con 'la ciudadanía'.El nuevo Gobierno progresista potenciará la internacionalización de la Generalitat, participando en entidades como la Unesco y la Organización Mundial del Turismo.