Bush advierte que la captura de Sadam no pone fin a la guerra
Con una factura de vidas de soldados de EE UU que no deja de subir y que ha erosionado el fuerte apoyo popular, el presidente Bush quiso ayer curarse en salud al asegurar que la violencia no se acaba con la detención de uno de los hombres más buscados del planeta. 'Todavía nos enfrentaremos a terroristas que prefieren seguir matando inocentes antes que aceptar la pujanza de la libertad en Oriente Medio'.
Tras sus palabras se produjo una explosión cerca del hotel Palestina en Bagdad y antes un ataque de naturaleza aún sin aclarar mató a 17 personas en una comisaría.
Mientras en las televisores se repetían las mismas imágenes de algunos cientos de iraquíes celebrando en las calles de Bagdad, a EE UU llegaban mensajes de felicitaciones incluso de países opuestos a la guerra.
Entre sus aliados, el presidente español, José María Aznar, que fue uno de los primeros a los que llamó Bush para comunicar la noticia dijo que es el momento que Sadam 'pague por sus crímenes' recordó la amenaza que era 'para su gente y el resto del mundo'. El primer ministro británico pidió que éste fuera 'un momento de reconciliación'.
En EE UU hay una importante euforia que los observadores políticos aseguran que será duradera y positiva para Bush solo si se detinene la violencia en la zona y se acelera la democratización de Irak.
La duda que les queda es si realmente Sadam dirigía la actual insurgencia, ya que cuando se le atrapó parecía completamente incomunicado. Estos mismos observadores creen que si esta detención se hubiera hecho a dos meses de las elecciones, la posición de Bush ante los electores se habría visto mucho más reforzada.
El problema del enjuiciamiento
Sadam Hussein no puso resistencia . Según el comandante Ricardo Sanchez, a cargo de las tropas en Irak, está hablando y 'se le ve resignado a su destino'. Este pasa por un tribunal que le juzgue. El presidente Bush dijo ayer que Sadam Hussein 'se enfrentará ahora ante la justicia que negó a muchos'. Sánchez explicó que la coalición, liderada por EE UU, estaba todavía deliberando cómo.La cuestión jurisdiccional es complicada porque Sadam podría ser juzgado en La Haya, en el tribunal internacional al que EE UU se ha opuesto, o en Irak, la opción que defienden los miembros del Consejo Provisional de Gobierno Iraquí. La detención de Sadam se produce unos días después de que se haya instalado un tribunal ad hoc en este país que estaba dispuesto a juzgarle en rebeldía. Ahmed Chalabi, uno de los más prominentes miembros del Consejo dijo que el juicio será público y cubrirá los crímenes contra los irquíes desde la toma del poder en 1968 del Baath. EE UU suspendió la pena de muerte en Irak transitoriamente.