Condomi pincha en su carrera expansionista
Las parejas practican sexo unas 97 veces al año de media, según un estudio de la británica Durex, la compañía líder en la venta de preservativos. Y con 6.000 millones de personas poblando el planeta, el negocio está servido, pensarían muchos. Sin embargo no es oro todo lo que reluce y el mayor fabricante europeo de condones, la firma alemana Condomi, se encuentra inmerso en una grave crisis. La única empresa del sector que cotiza en Bolsa reconoce 'importantes problemas de liquidez' y no descarta, incluso, la quiebra. El motivo: el descontrol y la falta de crecimiento.
La difícil situación llega quince años después de su nacimiento como una pequeña tienda de profilácticos en el centro de la ciudad alemana de Colonia. Oliver Grothe, hoy responsable de marketing y ventas y entonces un estudiante de 19 años, fue el impulsor de la idea junto a dos amigos. Pese a la frecuente presencia del sida en los medios de comunicación en aquellos años, una tienda de condones era algo muy novedoso, ya que sólo podían comprarse en farmacias y dispensadores automáticos. Grothe y sus dos socios, que contaron con un capital inicial de 7.000 euros, se pasaron pronto a la producción y ampliaron su abanico de productos. El salto europeo llegó en 1996 y en 1999, la salida a Bolsa.
Ahora, la responsable de las dificultades es la agresiva política expansionista de la compañía, que se ha demostrado insostenible. Una de las mayores equivocaciones, según la firma, fue la inversión de 30 millones de euros en una nueva planta en el este de Alemania cuya capacidad de producción (720 millones de condones) no se ha alcanzado nunca por la baja demanda. Junto a ello, Condomi ha tenido que abandonar algunos proyectos que resultaron poco rentables, como una filial en el sector de la comunicación para suministrar contenidos en Internet o su participación en un fabricante de ropa erótica.
Una política de crecimiento demasiado agresiva ha colocado a la firma germana al borde de la quiebra, con deudas superiores a los 38 millones de euros
Jens Walhof, presidente de Condomi, señaló que la empresa quiere llevar a cabo una reestructuración para centrarse en su negocio básico. 'Está previsto reducir la estructura de la empresa', dijo Walhof, que añadió que se someterán a examen todas las filiales del grupo -tiene negocios en Gran Bretaña, Austria, Francia e Italia- excepto su filial polaca Unimil. 'Hemos crecido demasiado y demasiado rápido'. La noticia ha tenido un efecto inmediato sobre las acciones de Condomi. Los títulos de la firma se desplomaron en pocas horas un 37%, hasta los 1,78 euros. Condomi, que durante sus primeros quince meses en el parqué se apreció un 27%, ha sufrido desde febrero de 2001 una lenta agonía que le ha llevado a perder cerca del 87% de su valor. Su competidora Durex, una de las marcas del grupo británico SSL International, ha perdido alrededor 20% en el mismo periodo.
Recién celebrado el Día Mundial contra el Sida y con la cifra de enfermos cercana a los 40 millones de personas en el mundo, Condomi, celebra la apertura de una joint venture en Sudáfrica como parte de su reestructuración con miras al futuro.