El pago de la comida a bordo de los aviones no despega
La feroz competencia que vive el sector aéreo con la expansión de las compañías que venden billetes a bajo precio ha obligado a las grandes empresas a replantearse la estrategia. Su afán por contener los gastos pasa por el cobro de los servicios a los pasajeros, comida incluida, pero la experiencia no despega. En Estados Unidos, en un vuelo a medio día de Las Vegas a Detroit, Northwest Airlines ofreció a 150 pasajeros de la apretada clase turista una comida en una bolsa a un precio de 5,6 euros. El sándwich de pollo y la ensalada eran mediocres. La galleta estaba deliciosa. Sólo 22 pasajeros compraron la comida, lo que envió unas cuantas bolsas a la basura.
Y es que en Estados Unidos los viajeros ya están molestos por el descenso en el número de vuelos, los complicados registros de seguridad y los retrasos que han convertido volar en un problema desde el 11 de septiembre de 2001. Continental sigue siendo la única aerolínea de Estados Unidos que todavía sirve alimentos a la hora de comer en clase turista, y no planea vender los almuerzos. Su presidente ejecutivo, Gordon Bethune, mantiene que 'no hay que quitarle el queso a la pizza, pero no necesitamos el mejor envoltorio para entregar una buena pizza'. Por su parte, American Airlines destinó 560 millones de euros a este servicio en 2002, un 10% menos que en 2001, y ahora estrena un experimento de la 'comida a la puerta''. Vende almuerzos a un precio de entre 5,6 y 8 euros a los pasajeros que abordan en el aeropuerto JFK en Nueva York y en San Juan de Puerto Rico.
United Airlines, de UAL Corporation, que opera bajo protección judicial debido a su quiebra, extiende su programa Buy Onboard (compre a bordo) a 200 vuelos diarios entre Chicago y Denver. Las comidas las preparan firmas externas en cooperación con Hard Rock Café, TGI Friday's y otras marcas conocidas. Pese a las reticencias iniciales, Larry Meltzer, portavoz de LSG Skychefs, filial de Lufthansa, la línea aérea alemana, defiende que 'nuestra investigación demuestra que los pasajeros están dispuestos a comprar alimentos si son de calidad'.
United Airlines recurre a firmas como Hard Rock Café y Friday's para preparar los menús
En España, Iberia planea imponer un sistema de pago de los menús en los vuelos cortos y medios, pero todavía no ha definido cómo ni cuándo. Según sus responsables, 'cada vez más, el cliente quiere pagar sólo por los servicios que solicita'. Air Europa ha creado una marca (Gastoplus) encargada de ofrecer menús previo pago. Por contra, competidores como Spanair, Air France y British Airways mantendrán las bandejas.
Según la Asociación de Transporte Aéreo de EE UU, las principales líneas aéreas gastaron 376 millones en el servicio de alimentos y bebidas en el segundo trimestre de 2003, el equivalente al 2,1% de los gastos operativos totales, cifra alejada del 3,8% del total de principio de los años noventa. Las previsiones apuntan a que las líneas norteamericanas perderán entre 4.000 y 5.000 millones este ejercicio, con una mejora frente a las pérdidas netas del pasado año de 9.000 millones y de 6.600 millones el ejercicio precedente.