La tramoya de los presidentes
Todos los componentes del viaje sorpresa de George Bush a Irak el Día de Acción de Gracias empiezan a ser más tramoya teatral de lo que se esperaba. Ya no es que el lustroso pavo de la foto presidencial no estuviera en el menú. Tampoco el avión presidencial se encontró por el camino con ningún avión de British Airways que estuviera a punto de romper el bien tejido secreto, algo que ocurrió, según el director de comunicaciones de Bush, Dan Bartlett. Una vez conocido que no hubo tal incidencia, la Casa Blanca ha dado hasta tres explicaciones distintas que enmarañan más la historia. En Washington ya hubo una vez un mal actor. Ahora hay uno con más desparpajo, pero las películas que le montan no pueden ser más serie B.
Otro político convertido en actor es Junichiro Koizumi. 'Pruebe el auténtico sushi y tempura', aconseja el primer ministro japonés para promocionar la comida tradicional y la cultura de su país en vídeos que se proyectarán en los aviones de las líneas internacionales. La decisión del político de pasarse a la interpretación forma parte de un plan cuyo objetivo es triplicar, antes de 2010 y hasta 10 millones, el número de turistas que visita el país y, de paso, contribuir a revitalizar la economía. En los vídeos, de un minuto, Koizumi reclama atención sobre los encantos de Japón mientras se proyectan imágenes de paisajes y ciudadanos. La iniciativa se pondrá en marcha en breve y el escenario del rodaje ha sido la oficina del mandatario.