Contratos para evitar un divorcio ruinoso
Conseguir de un ex cónyuge nueve millones de euros, más una renta anual de 450 millones y varias mansiones es posible. Sobre todo si se cuenta con un ejército de abogados como los que Ivana Trump contrató en 1991 para ganar la batalla contra su multimillonario marido Donald Trump.
Trasladar esta situación de EE UU a España ya es otra cuestión. Como explica el notario José Corral, las grandes fortunas en España conjugan tres tipos de documentos para blindarse frente a un divorcio ruinoso. En primer lugar, como suelen gestionar su fortuna personal a través de una sociedad, utilizan los estatutos sociales para limitar la transmisión de las acciones al cónyuge. Además, dado que es frecuente que exista un negocio familiar, con el protocolo dejan bien atado el papel que jugarán sus parejas. Y, por último, con las capitulaciones matrimoniales se hace a medida el contrato económico que regirá el matrimonio. De él dependerá lo que se reciba tras el divorcio.
Sea cual sea el nivel económico de la pareja, los expertos recomiendan elegir con cautela el régimen matrimonial. La primera norma a recordar es que, si usted no elige su propio modelo, la ley lo elegirá por usted. Así, excepto en Baleares y Cataluña, si los cónyuges no estipulan otra cosa, se aplica el régimen de gananciales, que como norma convierte en comunes los bienes y las rentas adquiridos por ambos durante el matrimonio. Elegir otro sistema es posible tanto antes de casarse como durante el matrimonio e, incluso, días antes de solicitar un divorcio. Tan sólo hay que redactar capitulaciones matrimoniales con un abogado o ante un notario. Este último sólo le cobrará 72 euros.
Antes de casarse se puede pactar la renuncia a la pensión de separación
En principio, el régimen de gananciales está pensado para proteger al cónyuge con bajos o nulos ingresos. Pero sus desventajas son múltiples. 'La gente no suele darse cuenta de que el régimen de gananciales afecta también a la administración de los bienes, que debe llevarse a cabo por ambos. Y eso, a veces, provoca conflictos', explica Luis Zarraluqui, presidente del bufete Zarraluqui Abogados de Familia. Esto significa, por ejemplo, que, si usted crea una sociedad o realiza una operación comercial, necesitará el consentimiento y la firma de su cónyuge aún en el caso de que lleven dos meses sin hablarse. Otro de los inconvenientes es que la responsabilidad por las deudas también es compartida, un riesgo que puede ser elevado si su pareja tiene una empresa.
Una opción a los gananciales es optar por el régimen de separación de bienes, que en Cataluña y Baleares rige como sistema general. Cada cónyuge es propietario de todo lo que adquiera durante el matrimonio, tiene la libre administración de sus bienes y es el único responsable de sus deudas. 'Hoy en día es el sistema más lógico, pero en mi opinión le falta un punto de solidaridad', señala Zarraluqui. El régimen de participación, que este experto considera el más recomendable, corrige ese defecto al unir a la separación de bienes la posibilidad de hacer participar a cada cónyuge en un porcentaje de lo que el otro adquiera durante el matrimonio, y viceversa.
¿Qué sistema es mejor? El notario Joaquín Borrell se decanta por un régimen de gananciales restringido, que considere, por ejemplo, los rendimientos de las inversiones bienes privativos y las rentas del trabajo bienes gananciales. A la hora de afrontar un divorcio, los expertos coinciden en que el régimen más sencillo es, sin duda, el de separación de bienes.
Las capitulaciones también pueden recoger pactos cuya validez depende, en última instancia, del juez que estudie el divorcio. Es el caso de la renuncia a la pensión compensatoria por ambas partes o del reparto de la vivienda habitual. ¿Es razonable renunciar a bienes futuros cuando las capitulaciones se hacen antes del matrimonio? La polémica está servida.
Tras la pista del dinero
Antes de contraer matrimonio puede no estar de más investigar qué bienes tiene el futuro cónyuge. Parece tarea de suegros suspicaces, pero sirve para saber qué régimen económico pactar. En el Registro de la Propiedad cualquiera puede obtener un listado de las propiedades de otra persona. Conocer las cuentas corrientes, las inversiones o los bienes en el extranjero es posible a través de las declaraciones de impuestos. Pero sólo un juez, por ejemplo por un divorcio, puede pedir a Hacienda o a los bancos esta información.