Aznar rechaza la oferta de reconsiderar el papel de España en Irak

Aznar no sólo renunció a reconsiderar la misión que cumplen las Fuerzas Armadas en Irak, sino que corroboró su intención de mantenerlas allí todo el tiempo necesario para estabilizar aquel país y, de paso, 'combatir el terrorismo internacional', cruzada en la que enmarcó el asesinato de los siete militares. Y ello, a pesar de que el presidente reconoció 'los graves riesgos' que corren las tropas españolas y, por tanto, la posibilidad de que se produzcan nuevas víctimas.

Más allá del elemento humano, dentro del Ejecutivo también se ha analizado el factor político de este posible escenario y las consecuencias que puede tener para el candidato del PP, Mariano Rajoy, a cuatro meses de las elecciones y con una mayoría absoluta que las encuestas fotografían muy justa.

El diputado y cantante José Antonio Labordeta fue el único que ayer se atrevió a tocar de refilón los posibles efectos electorales de lo sucedido al mencionar el momento elegido por Aznar para explicarse en el Congreso: 'Usted acude a este debate parapetado en la bandera y en la sangre derramada', le dijo al presidente.

Rajoy: 'Sería temerario dejar el país'

Con una intervención leída, la primera que hace en el Congreso como candidato del PP, en la que no se permitió marcar distancias con las tesis de Aznar sobre el conflicto iraquí, el candidato del PP, Mariano Rajoy, consumió el turno reservado a su grupo para fijar la posición sobre el asesinato de los siete militares españoles en Diwaniya.En opinión del candidato, 'sería irresponsable y temerario' que las tropas españolas dejaran ahora Irak. El pasado jueves, Rajoy suavizó la doctrina de Aznar sobre la guerra en Irak.