La papelera Lecta reduce el consumo de fuel al 2%
La inversión medioambiental de Lecta en sus 11 factorías, nueve de ellas pertenecientes a Torraspapel, ha compensado la sequía inversora de la década pasada, cuando sufrió serios problemas financieros con KIO de propietario.
Lecta, líder del segmento de papel estucado (con una producción de 1,4 millones de toneladas este año), ha destinado desde 2000 un total de 43,84 millones a varios epígrafes de reducción de la contaminación del agua, ruido, control del aire, olores y gestión de sustancias peligrosas. Otros 29 millones se destinaron a construir la planta de cogeneración de Motril (Granada) y los restantes 52 millones corresponden a otra planta de cogeneración de la factoría francesa de Condat, propiedad de una empresa externa al grupo papelero.
Lecta ha reducido las emisiones de dióxido de carbono (CO2) con el menor consumo de fuel, pasando progresivamente al gas natural. Parte de este cambio se ha debido a la instalación de plantas de ciclo combinado en las factorías. Como consecuencia, las compras de electricidad se redujeron a un 1% de la energía total consumida el año pasado, según se desprende de la primera memoria medioambiental del grupo.
Lecta nació en 1999, tras la adquisición de Torraspapel a KIO. Su objetivo para 2004 es lograr que el 90% de la producción de sus factorías cuente con un sistema de gestión medioambiental certificado según la norma ISO 14001.