El arte de regalar
Es tiempo de regalar. Pero del regalo promocional al regalo personal puede haber un abismo. Las empresas son cada vez más conscientes de que para cumplir los fines de la promoción ya no basta con estampar el logo institucional en un objeto y distribuirlo al por mayor. Las navidades son el examen de reválida, cuando clientes, proveedores y los propios empleados dan el aprobado o el suspenso al detalle de la compañía.
Las reglas de la cortesía señalan que el regalo no debe incomodar a quien lo recibe. 'Lo primero que debe buscar la empresa es evitar ofender a la persona a la que se va a obsequiar', dice Santiago Gabarrón, director de la Escuela Superior de Protocolo y Relaciones Institucionales de Valladolid. Un ejemplo, nadie va a poner una botella de vino en su mesa de gala con el logotipo de una empresa.
La idea se va imponiendo en la cultura de regalo de las empresas. En Repsol llevan muchos años obsequiando vino en Navidades. No resulta ostentoso y está fuertemente arraigado en las costumbres sociales, más en estas fechas. Es una tendencia que se reproduce en otras compañías y se basa en la idea de que los regalos relacionados con la cultura y el consumo inmediato resultan los más políticamente correctos.
Los objetos culturales van ganando terreno a los gastronómicos a la hora de ofrecerse en Navidad
El regalo también puede ser útil. Las empresas tienen que valorar si el destinatario lo va a usar y si lo va a apreciar, continúa Santiago Gabarrón. Ayuda, como es lógico, conocer el perfil del destinatario. Una tendencia que se traduce en regalos cada vez más personalizados, no pensando tanto en la empresa que los hace sino en la persona que los recibe. En Chris & Cris, especializada en regalos corporativos, antes de diseñar ningún artículo tiene lugar una entrevista con el directivo con el propósito de que el regalo resulte lo más personal posible. Este proceso de diseño y creación exige que los pedidos se realicen con un plazo mínimo de sesenta días.
'Las empresas quieren dar a sus regalos institucionales un toque distinto', señala Concha Gálatas, directora de Palacios y Museos, la división de Aldeasa especializada en la gestión de tiendas en recintos museísticos. Una escultura, una corbata, reproducciones históricas o una pieza de cristal de la granja, cualquier producto de su catálogo es susceptible de convertirse en un regalo de empresa. Lo que hacen es personalizarlo. En ocasiones, en cambio, la empresa no tiene claro con qué quiere obsequiar a sus clientes, 'porque ya lo ha regalado todo', bromea Concha Gálatas. En esos casos, son los diseñadores de Palacios y Museos los que aportan sugerencias. Esta empresa lleva trabajando el regalo de empresa diez años, aunque al principio, la actividad nació vinculada a las propias necesidades de obsequio institucional de Aldeasa.
Para Concha Gálatas, tan importante como el diseño es la presentación y pone como ejemplo sus cestas, que combinan los productos de alimentación con algún objeto personal. Un toque distinto para el que es sin duda el regalo estrella de las navidades. Y socorrido, como apunta Santiago Gabarrón, aunque este tipo de obsequio también tiene sus reglas. La más importante, mejor pocos productos buenos y selectos, que mucho de todo.
María Vidal, de la tienda gourmet Semon, sitúa la calidad por encima de todo. Su recomendación es incluir unos buenos aceites aromatizados, con unos golpes de trufas, unos buenos tés, unos buenos vinos. Pero, además de calidad, no está de más que los productos escogidos no se consuman habitualmente en casa. 'Hay que regalar caprichos que puedan variar el día a día', señala.
En lo que coinciden los entendidos es en que a la hora de elegir una cesta conviene saber los gustos del destinatario y no arriesgarse a enviar productos que luego no se van a consumir. Tampoco es aconsejable incluir productos perecederos, que se estropeen antes de llegar a su destino.
Una idea que se va imponiendo entre las empresas es regalar cestas temáticas. Un ejemplo es seleccionar botellas de vinos, con complementos de la cata, como un decantador, un termómetro y un sacacorchos.
El regalo gastronómico compite, sin embargo, cada vez más con el cultural, entre los que destacan los libros y objetos de arte. El BBVA opta por los primeros para su regalo institucional en Navidad. Su política es hacer un único regalo y que no sea excesivamente costoso. En esta línea, en los últimos años ha editado un libro singular e inédito, participando activamente en la elección de la idea, desarrollo de la producción y supervisión de la calidad de la publicación. Suelen optar por un tema genérico -arte, patrimonio artístico, economía-, profusamente ilustrado y con textos de especialistas en la materia. Teniendo en cuenta que se dirige a un público amplio y heterogéneo, el libro intenta combinar rigor y amenidad. Los destinatarios de este objeto son personalidades del medio económico, financiero, universidad, museos y artistas, Administraciones públicas, profesionales liberales y grandes clientes. El regalo lo reciben también los mismos colectivos de países donde el banco tiene presencia, especialmente Latinoamérica.
Otro regalo muy socorrido es la obra gráfica. En Tiempos Modernos, establecimiento especializado en Art Déco y antigüedades del siglo XX, tienen experiencia en realizar ediciones especiales de grabados y serigrafías. Son tiradas pequeñas y limitadas, encargadas a propósito a los artistas. Este proceso requiere un tiempo de realización no inferior a dos meses.
Fotografías originales y firmadas de los mejores fotógrafos españoles, libros de fotografía, cuidados cuadernos de artista, una revista especial o la posibilidad de disfrutar de grandes hoteles son las propuestas de La Fábrica, un espacio cultural privado que promueve proyectos como PHotoEspaña.
El regalo, ya se sabe, dice mucho de la persona que lo realiza, es casi una tarjeta de visita. Para las empresas, los regalos han visto desplazada su misión publicitaria por la de reforzar la imagen de marca y su política corporativa. El protocolo en el regalo se convierte así en esencial. No es lo mismo celebrar un acontecimiento importante en la empresa y que se quiere comunicar a los clientes que felicitar las Navidades. En el primer caso, podrá ser adecuado estampar el logo de la compañía en los objetos que se vayan a distribuir. Pero hacer alarde del nombre de la compañía ante terceros no es de buen gusto. Los regalos de empresa no sólo tienen por qué ir dirigidos a clientes o proveedores. Los empleados también deben recibir las atenciones de la compañía en la que trabajan. A la hora de hacer negocios en el extranjero hay que recordar que cada país tiene sus costumbre, pero que en la mayoría un detalle se agradece.
Atención personalizada en Chris & Cris
Cristina Valls Taberner y Cristina Muls fundaron en 1997 Chris & Cris. Su negocio, diseñar y fabricar artículos corporativos para todo tipo de empresas. Ferrovial, Amena, Activobank o Citigroup son algunos de sus habituales.El primer contacto que un cliente tiene con C&C es a través de las dos presidentas. Ellas se encargan de personalizar al máximo todos los regalos. La corbata (entre 20 y 30 euros) es el objeto estrella, estampada con el logo del cliente o con otros motivos. El bolso con la foto que el cliente elija, los pañuelos de seda pespunteados a mano o las carteras y maletines en piel de cocodrilo amplían la oferta de los regalos de empresa y, sobre todo, se adecuan al nuevo perfil de mujer directiva. C&C está en Madrid en Juan Bravo, 2, y en el Jardín de Serrano. En Barcelona, en Maestro Nicolau, 4.
Un lujo para los sentidos
Los libros de Lunwerg se han convertido ya en un clásico de los regalos de empresa. Elegidos por las compañías para regalar a sus clientes más próximos, las cuidadas ediciones de esta firma son objeto de disfrute y de lectura, tanto por la calidad de sus textos como por el protagonismo de las ilustraciones.Los últimos títulos en aparecer son Universo Dalí y China (ambos 59,50 euros). El primero es un intento a cargo de Ricard Mas y Carlos Rojas de desentrañar la complejidad de la obra de Dalí a través de testimonios y documentos de su época y, sobre todo, con abundante material ilustrativo. La obra China es el recorrido fotográfico de Yann Layma por este territorio bajo una mirada completamente nueva. Otros títulos de Lunwerg, cuyos volúmenes tiene un precio entre los 40 y los 70 euros, son Vidrieras medievales de Europa y Myrurgia, belleza y glamour.
El presente que hace la boca agua
Tabletas de turrón, mazapanes botellas de vino y cava, embutidos, conservas... todo o casi todo tiene cabida en las cestas navideñas. Uno de los regalos más esperados por los directivos y empleados y por ello de casi obligada entrega por parte de las empresas.La variedad de baúles, cestas y lotes (su diferencia estriba en el soporte, los lotes suelen ser cajas de cartón duro) es importante. La extensa gama de productos, su calidad, la decoración y la marca que imprime el establecimiento que las distribuye provoca que la oferta sea importante. En Pastelerías Mallorca, por ejemplo, hay lotes que van desde 30 a 300 euros. El precio de las cestas, más completas y espectaculares en la decoración, oscila entre los 200 euros y los 2.300 euros que cuestan las de cuatro pisos.La decoración de las cestas o recipientes de porcelana (que se eligen en las ferias internacionales más importantes) así como los mejores productos del mercado y todos los dulces de Navidad Mallorca que se incluyen, constituyen, según este establecimiento, el elemento diferenciador que hace que el cliente se incline por esta cadena de alimentación y no por otra. 'Les ofrecemos regalos actuales traídos de todos los rincones del mundo, con bombones, champán y una selección de vinos presentados para regalo'.El Corte Inglés es otro de los habituales distribuidores de cestas. Aquí, hay lotes desde 20 hasta 105 euros, que incluye un pieza de seis kilogramos de jamón serrano. Los baúles, mucho más sofisticados, oscilan desde 258 euros a 1.400 euros, que entre otros productos incluyen botellas de champán Moêt & Chandon. En este establecimiento, como en Mallorca o en los supermercados Sánchez Romero, los productos más demandados son los lotes.Como todo, las modas también existen para las cestas navideñas. Según los expertos en esta campaña se presentan menos voluminosas pero con productos de más calidad. En Carrefour, por ejemplo, apuestan por productos de carácter regional en el que no faltan los tradicionales turrones.
PROPUESTAS: De la corbata tradicional al objeto cultural
Corbatas que son obras maestrasPalacios y Museos da la posibilidad a los amantes del arte de llevar en corbatas, fulares o camisetas las obras maestras de la pintura española. La rendición de Breda, de Velázquez, la Anunciación, de Fray Angélico, o El jardín de las delicias, de El Bosco, son algunos de los lienzos clásicos que han sido utilizados para confeccionar estos artículos. La corbata Rendición de Breda cuesta unos 35 euros. Otras, como la que rememora los mosaicos de la balconada del Palau de la Música Catalana, tienen un precio aproximado de 33 euros. En el catálogo de la empresa, los diseños artísticos se reproducen también en bandejas, joyas, vajillas, esculturas y bolsos.Agenda tradicional de cueroEn plena era de ordenadores y aparatos electrónicos, Luxindex se atreve con la agenda tradicional. La mítica empresa de dietarios, tras su compra por parte de la española Novaline, ha dado un vuelco a su estrategia y ha recuperado las agendas de alta calidad. Realizadas en piel por artesanos de Ubrique, las agendas se presentan con un envoltorio muy elaborado y, según las versiones, están preparadas para acoger desde teléfonos móviles hasta discos compactos.Luxindex tiene seis colecciones distintas de agendas, una de ellas realizada por la diseñadora Sara Navarro, que oscilan entre los 30 euros para las agendas de bolsillo y los 150 euros para las de escritorio.Artículos de raíz deportiva y artísticaRegalar objetos de arte es la propuesta de Tiempos Modernos (Arrieta, 17. Madrid. Tel.: 915 428 594). Son piezas demandadas por aquellas empresas que buscan obsequiar con algo diferente. En el catálogo de Tiempos Modernos destacan bolas de madera y marfil, como las de la fotografía, globos terráqueos de Inglaterra de mediados del pasado siglo, esculturas de pantera de estilo art déco de Francia, hacia 1925, relojes de mesa, cajas decorativas o candelabros, todo en estilo inglés o abrecartas de metal plateado. Junto a estas piezas, ediciones únicas de grabados y serigrafías, como las realizadas sobre obras de Ana Juan o Alfredo Alcain.Jugar al golf en casa o en la oficinaTodoCestas, un portal de Internet dedicado a los regalos a medida, propone una cesta para los aficionados al golf. Contiene un juego de golf de oficina, una gorra de golf, una toalla, un estuche con 15 bolas, un llavero dispensador que permite tener en un mismo aparato hasta 12 soportes para poner la pelota de golf sin estropear el suelo y una botella de whisky con forma de pelota. TodoCestas ha elegido un whisky procedente de la ciudad escocesa de Saint Andrews, considerada la meca del golf.TodoCestas hace un guiño a los aficionados a este deporte con esta cesta ideada para hacer prácticas a pequeña escala en la oficina o en el pasillo de casa.Poner a prueba la sabiduría en NavidadNo es el Trivial, pero se le parece. La Navidad se presta a jugar en familia y El juego de la cultura (lanzado por la editorial Taurus) tiene como objetivo poner a prueba los conocimientos sobre los temas fundamentales de la cultura occidental. Al recorrer las fichas de un tablero, los jugadores deben responder preguntas sobre historia, literatura, arte, música y filosofía y ciencia.En El juego de la cultura pueden competir un máximo de seis jugadores, que tendrán que responder a las preguntas contenidas en 600 fichas.El juego incluye el libro La cultura. Todo lo que hay que saber de Dietrich Schwanitz, que aborda la evolución de la cultura desde el Antiguo Testamento hasta la edad contemporánea. Incluye una breve relación de los textos que han cambiado el mundo.Salmón ahumado de SemonHablar de benfumat nature es hablar de Semon, es hablar de salmones criados en un entorno de semilibertad y ahumados artesanalmente con maderas nobles. Se presenta en varios formatos. Salmón entero (42,70 euros el kilo), lomo de salmón (21,64 euros el kilo) y los tacos de salmón (10,82 euros la caja). Además de en las tiendas Semon (en Madrid en Capitán Haya, 23 y en Barcelona, Ganduxer, 47) se vende en El Corte Inglés y charcuterías selectas.Un abeto para crear ambienteTan importante como regalar es tener el ambiente adecuado, por eso Búcaro (Padre Damián, 33. Madrid, y Alfonso XII, 48. Sevilla) propone abetos que producen la sensación de frío. Las tiendas de arte y flores lo entregan en el domicilio, completamente decorado. Otra idea es el rojo y oro para el árbol navideño o sus centros dorados, decorados con cristal y espejos de inspiración minimalista.