El vigor del consumo permite al Estado un superávit del 1,2% del PIB hasta octubre
El Gobierno sacó pecho ayer de la bonanza de la economía española frente a los 'males ajenos' que padecen los países centrales de la Unión Europea. En plena tormenta fiscal sobre la vigencia del Pacto de Estabilidad, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aprovechó un foro repleto de empresarios, organizado por The Wall Street Journal, para hacer públicos nuevos datos sobre la marcha de las cuentas públicas españolas, que 'avalan', en su opinión, la teoría del déficit cero..
Frente a la debilidad de economías como la francesa y la alemana, que han superado con creces el límite máximo de déficit público (3% del PIB), el ministro anunció que la Administración central española (Estado menos Seguridad Social) alcanzó hasta octubre un superávit del 1,2% del PIB, en términos de contabilidad nacional (criterio homogéneo que aplica Eurostat). En concreto, un excedente (ingresos menos gastos) de 8.576 millones de euros, un 15,6% más que el superávit cosechado en el mismo periodo de tiempo (diez primeros meses) de 2002. La mejora en el superávit se debe al dinamismo de la recaudación tributaria, que crece a una media del 7%.
Los ingresos por IRPF aumentaron un 5% en los diez primeros meses, apoyados por el fuerte ritmo de creación de empleo. Por su parte, la recaudación por IVA aumentó un 11,2%, fruto del vigor del consumo, y la de impuestos especiales, el 5,1%. Este último dato cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que estos impuestos se congelaron (no subió su gravamen) este año.
Los ingresos derivados del impuesto de sociedades también marchan por buen camino. El segundo pago a cuenta realizado por las empresas en octubre ha compensado la caída de ingresos acumulada hasta septiembre. De esta forma, la recaudación global por este tributo registra ahora un aumento del 5%, en consonancia con la evolución del consumo y del crecimiento nominal de la economía.
Los meses de noviembre y diciembre son tradicionalmente un periodo en el que el Estado hace frente a un buen número de pagos. El Gobierno espera que el final de año se salde con un déficit del Estado en torno al 0,5% o 0,4% del PIB, que será compensado con un superávit de la Seguridad Social aún mayor. Si se tiene en cuenta todas las Administraciones públicas (Estado central, comunidades autónomas y corporaciones locales), Hacienda prevé alanzar un superávit global del 0,5% del PIB a finales del presente ejercicio.
Asimismo, Montoro sugirió que todavía hay margen para reducir las cotizaciones sociales en favor de la contratación femenina.