Moratoria sin moratoria

El Consejo Insular de Mallorca levantará antes de fin de año las moratorias urbanísticas aplicadas durante los tres últimos ejercicios, que han limitado drásticamente el negocio inmobiliario en la mayor de las islas Baleares. El parón trataba de preservar un desarrollo ordenado de la costa, y se ha aplicado en tanto se tramitaba el Plan Integral Territorial para Mallorca, que entrará en vigor en paralelo a la derogación de las prohibiciones.

Todo obstáculo al desarrollo del mercado es rechazable, pues limita la iniciativa económica, contrae la oferta y dispara los precios. Pero no todos los mercados son iguales y el urbanístico balear es especialmente sensible, pues ha sido uno de los mayores afectados por la construcción indiscriminada de fastuosos proyectos inmobiliarios. Y tan sensible es para los socios que integran el Gobierno mallorquín que han sustituido una moratoria por otra. Si la que termina limitaba el número de licencias, la nueva sólo permite incrementar el suelo urbanizable un 3% en 10 años. Las autoridades deben blindar con límites a la urbanización la zona protegida de la costa, respetar las normas medioambientales y procurar el equilibrio territorial.