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Declaración

Clientes y expertos en cajas cuestionan la figura del presidente ejecutivo

En el equilibrio de poderes en las cajas de ahorros no cabe la figura del presidente ejecutivo'. Es la principal conclusión que quiso destacar la Federación de Usuarios de Cajas -que agrupa a los impositores (clientes) con presencia en los órganos de gobierno de las entidades- tras dos días de debate sobre el buen gobierno en este sector.

En presencia de directivos de 37 cajas, varios expertos expusieron la necesidad de reforzar la independencia en los consejos y asambleas de las cajas, un principio que choca con la presencia de un presidente con labores ejecutivas. El catedrático de la Universidad Complutense Álvaro Cuervo fue quien más claramente se mostró a favor de separar el papel del presidente del de la dirección general. En su ponencia propuso, además, revisar el peso de los grupos representantes de intereses sociales y colectivos en los órganos de gobierno de las cajas.

La federación que agrupa a los impositores quiere hacer valer su tesis e impulsar cambios. Enviará por escrito un documento firmado al Ministerio de Economía, entre otras instancias, según fuentes de la asociación. Su intención es abrir un debate que se espera polémico.

Una hipotética supresión del rango ejecutivo de los presidentes, vía normativa o por decisión propia de las entidades, con el fin de dejar las manos más libres al consejo en su tarea de supervisión supondría un vuelco en la gestión de muchas cajas españolas. Cajastur sería la más afectada. Su presidente, Manuel Menéndez, también intervino en las ponencias sobre buen gobierno aunque no hizo mención a la cuestión.

No sólo la caja asturiana habilita el cargo de presidente ejecutivo. En la misma situación está Caja Madrid, al igual que las cajas manchegas (Caja Castilla-La Mancha y Caja Guadalajara) o las vascas (BBK, Vital, Kutxa), que también cuentan con un presidente ejecutivo. La preocupación sobre el intervencionismo político y el control de la obra social también se debatieron en las jornadas celebradas en Zaragoza.

Blesa advierte del peligro de 'burocratizar' la gestión

El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, criticó ayer las normas de transparencia que imponen a las cajas crear distintas comisiones de supervisión adjuntas a los consejos porque pueden 'burocratizar la toma de decisiones' precisamente cuando 'el entorno empresarial es más exigente'.Blesa se hizo eco de una queja recurrente entre las entidades de ahorros y señaló que 'imponer mecanismos de gobierno estándar y muy pormenorizados' puede provocar 'duplicidades' con las comisiones de control que ya existen en las cajas, dijo en unas jornadas organizadas por la Asociación Española de Financieros y Tesoreros de Empresa en Barcelona. Aunque añadió que las reformas en marcha 'representan un paso decisivo hacia la transparencia'.El ejecutivo respaldó la necesidad de armonizar las normas de contabilidad internacionales, que entrarán en vigor a partir de 2005. Aunque indicó que el retraso en varios puntos de este nuevo esquema genera 'incertidumbre' en las compañías.

Cajastur, la única que no contempla el cargo de director general

Cajastur es la excepción en el panorama español, la única caja que no nombra director general. Su presidente, Manuel Menéndez, que también preside la eléctrica Hidrocantábrico, asume las labores ejecutivas. Tiene por delante dos mandatos de cuatro años, tras la reforma de la Ley de Cajas para adaptarse a la Ley Financiera que los partidos políticos votaron por consenso. La caja puntualiza que cuenta con cuatro ejecutivos adjuntos a la presidencia.

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