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Materias Primas

El mercado de futuros del aceite funcionará a principios de año

La creación del Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO) se encuentra en la recta final. De acuerdo con las previsiones, en el primer trimestre de 2004 empezarán a negociarse contratos a futuros de aceite virgen lampante, como calidad mínima. La clave del éxito o del fracaso reside en la confianza que muestren sus principales protagonistas: productores, industria y grandes inversores. La muerte por inanición del mercado de futuros de los cítricos pesa como un mal presagio.

Una de las principales fortalezas que presenta, frente a los cítricos, es el carácter almacenable e imperecedero del aceite, circunstancia que otorga más margen de maniobra en la contratación.

En el caso de las naranjas hubo que escoger un subyacente del contrato de futuros entre una gran cantidad de variedades, con lo que el número de potenciales usuarios se redujo, mientras que en este supuesto hay un único producto: aceite virgen extra. 'No se segmentan las órdenes y eso favorece la liquidez', apunta José Carlos Marzal, gerente de la Fundación del Olivar, entidad integrada en la sociedad promotora del MFAO, de la que forman parte otros 42 socios, entre los que figuran bancos, productores e industriales.

Además, el aceite disfruta de una cierta transparencia en el mercado de contado, aspecto muy importante para la CNMV.

El sector cree que el MFAO gozará de la confianza de los productores porque favorecerá la transparencia y garantizará la seguridad en los precios. Y en la misma medida se cree que recibirá el apoyo de los industriales. Pero la industria aceitera es escasa, de modo que sólo ganará la liquidez que le permita sobrevivir si es atractivo en el mercado financiero.

Faltó transparencia e interés por las naranjas

El mercado de futuros de cítricos empezó a funcionar en Valencia en 1995 y fue un fracaso debido a varias causas, siendo la principal la absoluta indiferencia con que fue recibido por el sector citrícola, que no llegó a entenderlo. Faltaba un mercado de contado transparente, dado que la compraventa de naranjas se cierra verbalmente en los campos o en los bares de los pueblos y, a veces, a través de un intermediario o corredor. A ello hay que sumar que la Generalitat Valenciana, promotora del proyecto, cambió de manos en julio de 1995, del PSOE al PP, y dejó de prestarle interés.

Las claves

El precedente de las compras a plazosLa generalización de las compras a plazos se espera que juegue a favor de la normalización de los contratos a futuros entre los productores. Actualmente los productores negocian precontratos con unas garantías mínimas y con el riesgo de que el comprador se desentienda de este compromiso si los precios bajan en la fecha prevista para la entrega del aceite.Un sector en desequilibrioProductores e industriales opinan que es imprescindible atraer a los grandes operadores de los mercados financieros, porque sino será difícil lograr liquidez en un sector tan desequilibrado como éste, con muchos productores y pocos compradores. 'Vendrán si comprueban que es rentable', vaticina Rafael de la Cruz, presidente de la Denominación de Origen Sierra Mágina.Precios marcados por la volatilidad La Junta de Andalucía proyectó este mercado de futuros con el objetivo de asegurar las rentas a los productores de un sector muy volátil y frecuentemente opaco, en el que los precios varían por razones difíciles de explicar. Esta variabilidad procede, en gran medida, de las tensiones que ejerce la distribución, a la que se le atribuyen frecuentes ventas a pérdidas.220.000 contratos para el primer añoEl Consejo de Ministros autorizó el pasado 7 de noviembre la creación del Mercado de Futuros del Aceite de Oliva. La sociedad promotora está ahora pendiente de la publicación de la orden en el BOE para instar a la CNMV su transformación en sociedad rectora. El objetivo que inicialmente se barajó pasa por negociar 220.000 contratos en el primer año de actividad.

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